Camboya llama a un "cese el fuego" con Tailandia tras enfrentamientos en la frontera
El enviado de Camboya ante Naciones Unidas (ONU) dijo el viernes que su país quiere un “cese el fuego inmediato” con Tailandia tras dos días de fuertes enfrentamientos en la frontera, una propuesta que Bangkok dice estar dispuesto a dialogar.
Una disputa territorial de décadas derivó el jueves en intensos choques armados con despliegue de aviones de combate, artillería, tanques e infantería entre ambos reinos del sudeste asiático.
El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de urgencia el viernes para abordar la crisis a pedido del primer ministro de Camboya, Hun Manet.
“Camboya pidió un alto el fuego inmediato, incondicional, y también hacemos un llamado para una solución pacífica de la disputa”, afirmó el embajador camboyano ante Naciones Unidas, Chhea Keo, tras la reunión del Consejo a puerta cerrada.
“(El Consejo de Seguridad) instó a ambas partes a (mostrar) la máxima moderación y recurrir a una solución diplomática. Es a lo que también nosotros estamos llamando”, dijo el embajador.
Salvas de artillería podían oírse el viernes del lado camboyano de la frontera, donde se reportó la muerte de un civil, de 70 años, en la provincia de Oddar Meanchey, y cinco heridos.
En el lado tailandés, más de 138,000 civiles de las cuatro provincias fronterizas con Camboya, entre ellos 428 pacientes de hospitales, fueron trasladados a refugios temporales.
El Ministerio de Salud de Tailanda registró 15 muertos, 14 civiles y un soldado. Otros 46 resultaron heridos, de ellos 15 soldados.
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, advirtió que “si la situación se agrava podría derivar en una guerra”.
Los choques reiniciaron en tres zonas sobre las 4:00 horas locales del viernes con armamento pesado de las fuerzas de Camboya, disparos de artillería y sistemas de cohetes BM-21, dijo el ejército tailandés, que añadió que respondieron con “fuego de apoyo apropiado”.
“Estamos listos”
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Tailandia, Nikorndej Balankura, dijo a la AFP que los enfrentamientos habían comenzado a disminuir el viernes por la tarde, y agregó que Bangkok estaba dispuesto a dialogar.
“Estamos listos, si Camboya desea resolver este asunto a través de canales diplomáticos, bilateralmente, o incluso a través de Malasia, estamos listos para hacerlo. Pero hasta ahora no hemos tenido ninguna respuesta,” indicó.
Malasia ocupa la presidencia temporal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la que Tailandia y Camboya forman parte.
En la ONU, el enviado de Camboya cuestionó la afirmación de Tailandia de que su país, más pequeño y menos desarrollado militarmente que su vecino, había iniciado el conflicto.
Tailandia señala a Camboya de atacar infraestructura civil, incluso un hospital alcanzado por proyectiles y una gasolinera impactada por al menos un cohete.
Estos combates representan una dramática escalada en una vieja disputa entre estos dos vecinos que comparten 800 kilómetros de frontera y atraen cada año a millones de turistas extranjeros.
En la localidad camboyana de Samraong, a 20 km de la frontera, periodistas de la AFP vieron a familias huir con niños y sus pertenencias al inicio de los combates.
“Vivo muy cerca de la frontera. Tenemos miedo porque empezaron a disparar de nuevo sobre las 6 de la madrugada”, explicó Pro Bak, un hombre de 41 años que lleva a su mujer y sus hijos a refugiarse a un templo budista.
“No sé cuándo podremos volver a casa”, agregó.
Un conflicto de vieja data
Los combates del jueves se concentraron en seis zonas, según el ejército tailandés.
Decenas de kilómetros en esa frontera salpicada de antiguos templos continúan en disputa. Entre 2008 y 2011 ya se produjeron enfrentamientos que dejaron 28 muertos y decenas de miles de desplazados.
Una decisión en favor de Camboya de la Corte Internacional de Justicia de la ONU zanjó esa crisis durante una década, pero la tensión emergió de nuevo en mayo con la muerte de un soldado camboyano en la zona en un nuevo enfrentamiento.
Estados Unidos y Francia, la antigua potencia colonial de Camboya, llamaron a cesar inmediatamente las hostilidades.
La Unión Europea y China se mostraron muy preocupadas por los choques e instaron al diálogo.
“Este problema tiene sus raíces en las secuelas de los colonizadores occidentales y debe ahora abordarse con calma y de manera adecuada’, declaró el viernes el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, en un comunicado.