La mano derecha de Epstein vuelve a hablar mientras Trump sigue a la defensiva

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Maxwell, en el centro del nuevo capítulo

Una brecha en el movimiento MAGA ¿Qué hay detrás del caso Epstein? La tormenta no cede
“No tengo nada que ver con este tipo” En un intento por tomar distancia, Trump declaró este viernes a los medios: “No tengo nada que ver con este tipo”, refiriéndose a Epstein, con quien compartió círculos sociales en Nueva York durante años, antes de aspirar a la presidencia. Desde la pista del aeropuerto en Washington, antes de volar a Escocia, el presidente también desvió la atención hacia otros nombres: “Deberían investigar a Bill Clinton o a Larry Summers”, dijo, en referencia al expresidente demócrata y al exsecretario del Tesoro. Incluso ofreció compartir una lista de personas “con vínculos mucho más estrechos con Epstein que yo”. Trump también negó haber enviado una carta efusiva a Epstein por su 50 cumpleaños —como asegura el Wall Street Journal, medio que ahora enfrenta una demanda de su parte— y afirmó tajantemente: “Nunca fui informado” de que su nombre apareciera en los archivos del caso. Ghislaine Maxwell, socia cercana de Epstein y figura clave en la red de explotación que operó durante al menos una década, volvió a ser protagonista esta semana tras los interrogatorios conducidos por Blanche y su equipo, quienes accedieron al juzgado por una puerta trasera. David Markus, abogado de Maxwell, fue el único que habló con los periodistas: “Ha sido tratada injustamente durante más de cinco años. Es un chivo expiatorio”, dijo. Aseguró que su clienta respondió a todas las preguntas, que “dice la verdad” y que “no tiene motivos para mentir en este momento”. El letrado rechazó que se le haya ofrecido clemencia o reducción de pena a cambio de información, aunque Blanche, por su parte, dijo que el Departamento de Justicia compartirá más detalles “en el momento oportuno”. El caso Epstein no solo le ha traído problemas de imagen a Trump. También ha provocado fisuras dentro de su base más leal. Algunos sectores conservadores, incluidos influencers cercanos al movimiento Make America Great Again, acusan a su propio gobierno de encubrir a las élites implicadas. La tensión crece ante la negativa de las autoridades federales a liberar una supuesta lista de clientes del círculo de Epstein. El FBI y el Departamento de Justicia aseguran que no existe tal documento y mantienen que el financiero murió por suicidio en su celda antes de enfrentar juicio, una versión que muchos simpatizantes de Trump desestiman. A pesar de haber prometido transparencia total, el propio presidente ahora parece limitar su discurso al señalar que aún no ha considerado un indulto para Maxwell, aunque recordó que tiene la facultad legal para hacerlo si lo desea. Jeffrey Epstein fue un inversionista y millonario neoyorquino con vínculos estrechos con figuras del poder político, financiero y académico de EU. Fue arrestado en 2019 por cargos de tráfico sexual de menores y murió poco después en una prisión federal en Nueva York, lo que desató teorías de conspiración que van desde encubrimientos institucionales hasta asesinatos orquestados. Maxwell fue señalada como la principal cómplice: reclutaba a niñas, organizaba encuentros y facilitaba los abusos. Su condena en 2022 cerró un capítulo judicial, pero no uno político. La lista de personas que pasaron por la isla privada de Epstein o que fueron sus amigos sigue siendo un tema explosivo. Aunque Trump intenta desmarcarse, el hecho de que su propio exabogado sea quien encabeza la nueva fase del caso, y que su administración se niegue a divulgar documentos clave, alimenta las sospechas de sectores de la opinión pública —y de su propio electorado— sobre un posible encubrimiento. Para el mandatario, Epstein no es solo un tema del pasado: es una amenaza latente que podría ser todo un tema en futuras elecciones.
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