Las lecciones éticas del caso Andy Byron y la kiss cam de Coldplay

Las lecciones éticas del caso Andy Byron y la kiss cam de Coldplay

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Más que un momento viral y motivo de miles de memes en internet, el caso de Andy Byron —ahora exCEO de Astronomer —, captado por la kiss cam en una relación extramarital con la jefa de Recursos Humanos durante un concierto de Coldplay , deja importantes lecciones para las empresas, sus códigos de ética y sus estrategias de cumplimiento. Este caso es paradigmático porque ambos ocupaban altos cargos dentro de la empresa y, como líderes, debían ser ejemplo en el respeto a los parámetros éticos. Sin embargo, ellos mismos los violaron, lo que podría haber tenido un impacto negativo en la reputación corporativa. “La verdad es que lo único que distingue este caso de muchos otros que ocurren diariamente en México y en empresas alrededor del mundo es que tuvo la mala suerte de hacerse público durante un concierto de Coldplay. Pero este tipo de situaciones sucede todos los días”, señala en entrevista para Expansión Fernando Senties, CEO de AMITAI.


Cuando los líderes violan su propio código El experto en ética organizacional y compliance explica que más allá de la cuestión moral y familiar, una relación como la que aparentemente tenían Byron y Kristin Cabot no debería darse porque representa un evidente conflicto de interés al interior de la empresa, lo que va en contra de cualquier código ético. Senties explica que empresas del tamaño de Astronomer deben contar al menos con un código de ética, cuyo principio fundamental es que las buenas conductas comienzan desde la alta dirección. “Ellos debieron haber sabido que estaban haciendo algo malo… porque estaban violando las políticas de la empresa”. De este modo, enfatiza que los CEOs y altos directivos deben ser conscientes de que su conducta en el ámbito personal impacta directamente a la empresa, pues un comportamiento inapropiado puede derivar en la pérdida de clientes, contratos o patrocinios, dado que es común que terceros eviten vincularse con compañías envueltas en escándalos. Otro aspecto a considerar es que, si es necesario remover al CEO, como ocurrió en Astronomer, la empresa enfrenta un nuevo reto: la curva de aprendizaje del sucesor para asumir el control pleno. “Porque obviamente todos los proyectos y planes de la empresa tienen que replantearse”, explica.
Sin convicción, los códigos éticos son solo papel El especialista señala que el caso Astronomer-Byron es un claro ejemplo de cómo algunas empresas tienen “códigos de papel”; es decir, los elaboran por obligación, pero no existe un compromiso real con su cumplimiento ni con el desarrollo de un sistema de valores que guíe la conducta de los integrantes de la organización. “Si esta empresa llegara a ser investigada por alguna autoridad, como el Departamento de Justicia, por un escándalo de corrupción, lavado de dinero o cualquier otra razón, tendría muy pocas posibilidades de defensa, porque no podría demostrar que su programa de ética y compliance es realmente efectivo”, explica Senties.
Relaciones en la oficina: normales, pero delicadas El experto señala que es común que surjan relaciones en el entorno laboral, dado el tiempo que se convive. Sin embargo, subraya que deben notificarse a la empresa para evitar sorpresas y recomienda que no ocurran entre personas con una relación jerárquica directa, ya que eso puede derivar en conflictos de interés al momento de otorgar ascensos, beneficios o permisos. La empresa, por su parte, debe procurar que las personas involucradas en una relación no trabajen juntas, reubicando a alguno en otra área. “Pero en este caso —el de Astronomer y Byron— si hay una relación directa, como que la directora de Recursos Humanos le reporte al CEO, la situación se complica mucho. Ahí lo que debió hacerse era separar a uno de los dos”. Un aspecto relevante en este caso es que, al parecer, se trataba de una relación extramarital, lo que implica que ambos intentaban mantenerla oculta. Por ello, señala el especialista, era poco probable que la informaran a la empresa como un acto de buena fe y transparencia, como sí podría esperarse en otro tipo de relación.
Cumplimiento ético: una inversión, no una carga Este caso también pone sobre la mesa qué significa tener una cultura ética sólida en una empresa. Para Fernando Senties, no basta con cumplir la ley; “el sistema de ética y compliance debe estar basado en valores, no en la aplicación de la ley”, ya que las normas cambian constantemente y el objetivo es enseñar a hacer lo correcto por convicción, no por obligación. Además, un programa efectivo debe poder medirse y enfocarse en cerrar riesgos específicos, como los conflictos de interés. La construcción del código de ética debe involucrar tanto a la alta dirección como a colaboradores, para asegurar su aplicabilidad real dentro de la organización. Un punto clave es que existan canales seguros para denunciar malas prácticas, pues “la mayoría de las denuncias no se hacen por falta de mecanismos seguros, temor a represalias o porque la empresa no actúa ante ellas”. Por eso, se recomienda que los comités de ética tengan representación diversa y apoyo externo para gestionar adecuadamente estas situaciones. Finalmente, debe haber un responsable que supervise y evalúe continuamente el cumplimiento, evitando que las políticas queden solo en papel sin aplicación práctica.
Las conclusiones del caso El caso Astronomer-Byron muestra la importancia de que los códigos éticos no sean solo documentos formales, sino herramientas vivas que se apliquen con convicción y de forma constante por todos los niveles de la organización. La responsabilidad de los líderes es clave para preservar la integridad corporativa, y contar con mecanismos claros y seguros para reportar irregularidades es fundamental para consolidar una cultura ética auténtica.

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