Del ser al sistema: la transformación organizacional desde lo personal

El entorno cada vez más complejo pone a prueba la capacidad de adaptación de empresas y líderes. Por ello, es necesario reflexionar sobre los procesos de transformación organizacional y el rol fundamental que tiene cada miembro de la organización.

Durante la transformación organizacional usualmente nos centramos en rediseñar la estructura, optimizar los procesos o introducir soluciones tecnológicas, sin embargo, estos esfuerzos suelen fracasar porque se descuida al componente esencial del cambio: las personas.

El camino para impulsar una transformación auténtica y sostenible debe iniciar desde el plano individual. Con la perspectiva “desde adentro hacia afuera” es que los líderes podrán alinear el propósito individual con el organizacional y consolidar la cultura de trabajo que requiere la compañía.

Impulsar el desarrollo de los colaboradores modifica la forma en que las personas participan activamente dentro de la organización. Cuando alguien se da cuenta de que la empresa lo ayuda a crecer en diversos ámbitos de su vida como su salud, el ámbito familiar, social o profesional; cuando percibe que en la medida en la que crece la organización él o ella también crece, entonces su nivel de compromiso será mayor, mejorará la claridad en la comunicación con sus pares, tomará decisiones más colaborativas en beneficio de sus equipos y de la organización y tendrá mayor disponibilidad para impulsar nuevas iniciativas.

Este proceso va generando una espiral que parte del desarrollo individual, pasando por el desarrollo del equipo, la consolidación de una cultura colaborativa hasta impulsar la transformación de la organización. En este sentido, el actuar del líder es fundamental para el desarrollo personal de cada uno de los miembros de su equipo. Para lograrlo deben asumir una serie de responsabilidades clave:

  • La persona como prioridad: Es necesario que los líderes dediquen tiempo para conocer las expectativas y necesidades de sus colaboradores para integrar iniciativas vinculadas con temas de bienestar y calidad de vida.
  • Conectar con el propósito: Ya que se ha impulsado el crecimiento personal, el siguiente esfuerzo será buscar vincular el propósito de cada colaborador con el de la organización.
  • Crear espacios seguros: Los líderes deberán propiciar entornos donde las personas puedan experimentar, equivocarse y aprender con el objetivo impulsar innovaciones.
  • Reforzar las relaciones: Promover la integración entre los colaboradores, los equipos y los departamentos será fundamental, para ello podrá apoyarse en técnicas de coaching, mentoría y estrategias de integración.
  • Reforzar y celebrar avances: Establecer sistemas de reconocimiento a nivel de desarrollo personal, su potencial impacto en los niveles de colaboración entre los equipos, así como en el progreso de nuevos comportamientos alineados a la organización.

Los procesos de transformación organizacional fundamentados en el desarrollo personal generan diversos impactos dentro de la organización:

  • Impacto a nivel individual, bienestar y compromiso: Reducen la rotación, incrementan el nivel de compromiso y mejoran el clima laboral.
  • Impacto a nivel cultural, colaboración y adaptación: Facilitan la transición hacia culturas más colaborativas, adaptativas y orientadas al aprendizaje, donde la confianza reemplaza al control como principio organizacional.
  • Impacto a nivel organizacional, eficiencia y efectividad: Entornos más colaborativos en donde se impulsa el bienestar y compromiso impactan de forma sostenible en los indicadores de desempeño.

La transformación organizacional que perdura no se impone, se construye desde las decisiones cotidianas de las personas que integran la organización. Transformar una empresa implica, antes que nada, cultivar líderes y equipos capaces de transformarse a sí mismos para poder transformar a los demás.

*Los autores son profesores del área de Dirección de Personal de IPADE Business School (@IPADE)

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