Respecto al anuncio esperado para el próximo miércoles 2 de abril, Trump indicó que las medidas podrían no ser los gravámenes similares que ha estado prometiendo imponer.
“Vamos a ser muy indulgentes”, dijo Trump. “Creo que la gente se sorprenderá mucho. Será, en muchos casos, menos que el arancel que han estado cobrando durante décadas”.
Desde que asumió el cargo el 20 de enero, Trump ha anunciado y retrasado aranceles a Canadá y México por lo que alega es su papel en permitir la entrada del opioide fentanilo en el país y ha establecido impuestos a la importación de bienes procedentes de China por la misma razón.
También ha lanzado fuertes aranceles a las importaciones de acero y aluminio; y ha anunciado en repetidas ocasiones sus planes de anunciar gravámenes recíprocos globales el 2 de abril.
Las acciones de los fabricantes de automóviles que cotizan en bolsa en Estados Unidos cayeron antes del anuncio, debido a la preocupación de que los aranceles impacten negativamente en una industria automotriz mundial que se está tambaleando ante la incertidumbre causada por las rápidas amenazas arancelarias de Trump y sus ocasionales retrocesos.
Los aranceles también podrían aumentar el costo de los automóviles para los consumidores en miles de dólares, lo que afectaría las ventas de vehículos nuevos y provocaría la pérdida de empleos, ya que la industria automotriz estadounidense depende en gran medida de piezas importadas, según el Centro de Investigación Automotriz.
En 2024, las importaciones estadounidenses de autos desde todo el mundo fueron de 219,496 millones de dólares, un alza interanual de 4%, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio estadounidense.