Distribuidora de medicamentos del gobierno

Se anunció con “bombo y platillo” que el próximo mes de agosto arranca operaciones en todo el país una distribuidora de medicamentos del gobierno.

Inicia actividades con un presupuesto de poco más de 120 millones de pesos, operará bajo la estrategia denominada: “Rutas de la Salud” y su objetivo es tener cobertura nacional.

Esa cantidad económica, implica un ahorro importante, respecto de los contratos de distribución de última milla que realiza el gobierno por entre 700 y 800 millones de pesos, dice Eduardo Clark García Dobarganes, subsecretario de integración y desarrollo de la Secretaría de Salud.

Contará con 96 camiones de 3.5 toneladas; 38 camiones de 1.5 toneladas; 35 cajas sanitarias y 27 cajas refrigeradas y hasta lanchas para entregar a las islas, en el territorio nacional.

Dispondrá del personal, vehículos y almacenes de las jurisdicciones sanitarias de cada una de las entidades federativas que operan en el IMSS Bienestar.

La institución responsable de operar el programa “Rutas de la Salud” es Birmex.

Rutas de la Salud se origina en un programa que realiza la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García con una inversión inicial de 6.6 millones de pesos en su flotilla de 11 camionetas.

En poco tiempo, de acuerdo con la información del gobierno local, ha logrado una cobertura del 70% en las unidades de salud de las 11 jurisdicciones sanitarias de Veracruz.

Ésa fue la inspiración para el programa de Rutas de la Salud, reveló en su conferencia de prensa la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

Esos son los datos oficiales y los antecedentes.

La nueva distribuidora de medicamentos, evidentemente, tiene el sello de la Cuarta Transformación.

Pretende constituir una empresa gubernamental y competir con la iniciativa privada.

Y su intención, no se basa en análisis y estudios profundos.

Como lo fue el caso de la megafarmacia, inaugurada en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, con un costo inicial de casi 3 mil 800 millones de pesos y cuyos resultados han sido decepcionantes.

Hay que recordar que la intención era entregar medicamentos en un plazo de 24 a 48 horas y se decía que se utilizarán hasta helicópteros para llegar a zonas remotas.

México lleva 6 años, los del sexenio pasado, con una larga cadena de fracasos en la compra de medicamentos y la consecuencia ha sido un persistente desabasto.

Todo inició con aquella intención gubernamental de combatir el supuesto “oligopolio” de distribuidores privados que derivó en una larga y repetida historia de experimentos fallidos

En el gobierno de Claudia Sheinbaum la mega licitación para la compra de medicamentos, para los años 2025 y 2026, que avanzaba positivamente, al final resultó con un fraude, descubierto y evitado, por la secretaría Anticorrupción de Raquel Buenrostro, pero que ensució y prolongó el proceso, y a la fecha no puede terminar.

En el centro de los últimos fracasos en materia de adquisición y distribución de medicamentos, ha estado Brimex.

Y con todo y sus fallidos antecedentes, ahora será la responsable de las Rutas de la Salud.

Birmex es una empresa paraestatal que tiene un impresionante récord de fracasos en las misiones que le han sido encomendadas desde el sexenio pasado y el actual.

Luego del descubrimiento del fraude en la mega licitación, se relevó al director y, el nuevo directivo, Carlos Ulloa, con apenas unos meses en el cargo y en medio del escándalo por sobreprecios en la compra de medicamentos, tiene bajo su responsabilidad el lanzamiento de la distribuidora de medicamentos gubernamental.

El gobierno, a través de Birmex, competirá con el sistema de distribución privada en México.

Hay alrededor de mil empresas distribuidoras y 100 de ellas tienen cobertura nacional.

Cuentan con almacenes y sistemas de transporte que cumplen con normas sanitarias estrictas y ofrecen servicios de entregas directas a quirófanos o pisos de hospitales con tecnología avanzada y sistemas big data para optimizar las rutas logísticas.

Veremos cuánto tiempo le lleva a Birmex remontar la curva de aprendizaje y cuánto le costará al erario federal ésta nueva aventura.

Ojalá que el resultado sea positivo para la nueva empresa gubernamental.

Sin embargo, tratándose de logística y de medicamentos, se requiere más que la esperanza y la buena fe.

Se requiere una bien calibrada y eficiente organización.

Lo dramático es que, de por medio, no sólo está el costo económico, sino la salud de los mexicanos. Al tiempo.

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