Estados Unidos aplica cuota antidumping de 17.09% a importaciones de tomate mexicano

Estados Unidos aplica a partir de este lunes una cuota antidumping de 17.09% a las importaciones mexicanas de tomate, informó el Departamento de Comercio en un comunicado de prensa.
El Departamento de Comercio anunció su retiro y terminación del Acuerdo de 2019 que Suspende la Investigación de Derechos Antidumping sobre Tomates Frescos de México (el Acuerdo de 2019).
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Estados Unidos aplica cuota antidumping de 17.09% a importaciones de tomate mexicano
Ahora que el Acuerdo de 2019 ha sido terminado, el Departamento de Comercio emite una orden de derechos antidumping, lo que resulta en una tarifa de 17.09% sobre la mayoría de las importaciones de tomates de México. Los derechos antidumping se calculan para medir el porcentaje de tomates mexicanos que se han vendido en Estados Unidos a precios injustos.
“México sigue siendo uno de nuestros mejores aliados, pero durante demasiado tiempo nuestros agricultores se han visto afectados por prácticas comerciales desleales que rebajan los precios de productos como los tomates. Esto termina hoy”, declaró el secretario de Comercio, Howard Lutnick.
“Este cambio de norma está en consonancia con las políticas comerciales y el enfoque del presidente Trump hacia México”, añadió.
Según el comunicado, la Unidad de Cumplimiento y Aplicación del Departamento de Comercio, perteneciente a la Administración de Comercio Internacional, es responsable de aplicar las leyes comerciales estadounidenses y lo hace con base en la evidencia fáctica que obra en el expediente.
El Departamento de Comercio mantiene actualmente 768 órdenes de imposición de derechos antidumping y compensatorios que ofrecen alivio a las empresas y trabajadores estadounidenses afectados por prácticas comerciales desleales.
En una primera reacción, el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, dijo: “Estamos de todas maneras en una mesa que pedí para el caso del tomate, la otra vez nos lo hicieron en el 2019 y México tardó, eso me tocó también porque era yo canciller, nos tocó seis meses de negociaciones y llegar a otro acuerdo, entonces esto ya ha pasado”.
En una entrevista con Radio Fórmula, Ebrard comentó que el pago de la cuota antidumping se tiene que pagar mientras duran las negociaciones. “Tendremos que batallar para que se llegue a otro acuerdo”, dijo.
Las órdenes de imposición de derechos antidumping y compensatorios constituyen una herramienta fundamental para que las industrias estadounidenses busquen alivio ante los efectos perjudiciales de las importaciones con precios injustos, incluso cuando las empresas extranjeras venden productos en el mercado estadounidense por debajo de los costos de producción o de los precios en sus mercados nacionales.
La industria nacional del tomate fresco solicitó alivio el 29 de marzo de 1996 alegando que estaba sufriendo un daño sustancial por las importaciones mexicanas objeto de dumping.
En los últimos 27 años, se han firmado cinco acuerdos de suspensión (1996, 2002, 2008, 2013 y 2019). El Acuerdo de 2019 se celebró de conformidad con la Sección 734(c) de la Ley Arancelaria de 1930, en su versión modificada, según la cual debe “eliminar el efecto perjudicial de las importaciones mexicanas de tomate”.
Los signatarios mexicanos acordaron cumplir con los términos del Acuerdo de 2019, incluyendo vender a precios mínimos de venta o por encima de ellos, y eliminar al menos 85% del dumping detectado en la investigación subyacente sobre cada entrada de tomate.
El Acuerdo de 2019 contenía una sección de duración (Sección XI) que permite al Departamento de Comercio, a un signatario individual o al conjunto de signatarios retirarse del Acuerdo de 2019 con un preaviso de 90 días. El Departamento de Comercio y los signatarios mexicanos han utilizado esta disposición anteriormente para iniciar el retiro y la terminación de acuerdos de suspensión anteriores.
Ebrard expuso que esta cuota tendrá una “repercusión inmediata” en Estados Unidos, en referencia sobre todo a su impacto inflacionario, lo que presionará para negociar un nuevo acuerdo, ya sea para reducir la tasa o quitar la cuota.
En abril pasado, el Departamento de Comercio anunció que retiraría a Estados Unidos del acuerdo de suspensión, lo que establece un plazo de 90 días para la entrada en vigor de los derechos antidumping, suspendidos por un acuerdo de 2019.
En 2024, Estados Unidos importó tomates desde México por un valor de 3,234 millones de dólares, un alza interanual de 15%. Con ello, alcanzó una partición de 86%, mientras que el resto de la proveeduría externa se originó en Canadá, Guatemala, República Dominicana y Honduras.
Al mismo tiempo, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, por su sigla en inglés) evalúa revisar la cuota antidumping que las aduanas estadounidenses cobran por las importaciones de tomates mexicanos.
Ya la USITC inició un proceso de solicitud de opiniones de las partes interesadas para determinar si existen suficientes “cambios de circunstancias” que justifiquen esta revisión.
Si la Comisión acepta abrir la revisión, el panorama podría cambiar. El organismo evaluará si las condiciones han variado lo suficiente como para afirmar que la industria del tomate en Estados Unidos ya no enfrenta daños por las importaciones mexicanas.
Aunque este desenlace es poco probable, podría facilitar el fin de cualquier orden antidumping futura.
En 2019, los productores mexicanos de tomate llegaron a un acuerdo con la primera administración del presidente Donald Trump para evitar una investigación antidumping y poner fin a una disputa arancelaria.
El Acuerdo de Suspensión de Tomate (TSA, por sus siglas en inglés) entre el Departamento de Comercio de Estados Unidos y los productores/exportadores signatarios de tomates frescos cultivados en México garantiza que los productores y exportadores signatarios vendan tomates mexicanos al precio de referencia del TSA o a un precio superior para eliminar los efectos perjudiciales de las exportaciones de tomates frescos a Estados Unidos.
El Acuerdo, actualizado a partir del 19 de septiembre de 2019, aplica a todos los tomates frescos y refrigerados, excepto los tomates para procesamiento.
Ebrard reiteró que en las negociaciones con Estados Unidos se necesita “sangre fría y perseverancia”.