Tabasco, Campeche y Michoacán, en contracción industrial

Tabasco, Campeche y Michoacán, en contracción industrial

Durante marzo pasado, 15 de las 32 entidades federativas de México registraron caídas anuales en su actividad industrial, pero destaca que tres hilan más de un año con variaciones negativas.

Tabasco, con su baja de 18.8% anual en el tercer mes del 2025, alargó su racha a 17 meses con desplomes en su producción fabril, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Le siguen, con un empate de 13 meses consecutivos a la baja, Michoacán y Campeche, mientras la caída más pronunciada se mostró en Quintana Roo (41% anual).

“Los casos de Tabasco, Michoacán y Campeche ejemplifican distintos rostros de la actual desaceleración industrial en México. Tabasco y Campeche comparten un destino petrolero: ambos crecieron al calor de Pemex y hoy sufren un golpe sincronizado por la crisis de la empresa estatal, la caída en la producción de crudo y el fin de proyectos sexenales”, señala el analista económico y financiero, Héctor Magaña.

“El resultado en ambos es contracción económica, pérdida de empleos formales y un efecto dominó sobre comercios y servicios locales. La lección para estas entidades es la urgencia de diversificar sus matrices productivas más allá del petróleo, fortaleciendo otros sectores para amortiguar los vaivenes de la industria energética”, ahonda.

Para Michoacán, el especialista expuso que el estado evidencia una crisis industrial de otra naturaleza, marcada por problemas de seguridad y estructurales. “Su agroindustria, a pesar de su potencial exportador, se ve amenazada por la violencia y la falta de condiciones para crecer”.

Además, dijo, la elevada informalidad y el bajo atractivo para la inversión foránea indican que el estado requiere profundas mejoras en clima de negocios, infraestructura y estado de Derecho para despegar industrialmente.

“En las tres entidades, la falta de inversión privada robusta, sea por desconfianza, inseguridad o políticas adversas, es un hilo común que agrava la situación. También comparten la necesidad de políticas públicas de rescate y reconversión: apoyos a empresas locales asfixiadas (como los proveedores de Pemex o los pequeños comercios en Michoacán), estímulos fiscales para nuevos proyectos productivos, y planes de desarrollo regional que reduzcan la dependencia de un sólo sector”, apunta Héctor Magaña.

Cuestión de confianza

Expertos apuntan que la crisis ya no es solamente financiera, sino también una cuestión de confianza: en Campeche y Tabasco se ha erosionado la certidumbre en Pemex como motor confiable, y en Michoacán la población desconfía de que haya seguridad para emprender.

“En definitiva, el 2025 está siendo un año difícil para la industria en estos estados. Superarlo requerirá tanto atender las causas inmediatas (deuda petrolera, inseguridad, infraestructura) como encarar los pendientes de largo plazo: diversificar la economía, reconstruir la confianza y crear entornos donde el sector industrial pueda prosperar de forma sostenida”, concluye el experto.

En las tres entidades, la falta de inversión privada robusta, sea por desconfianza, inseguridad o políticas adversas, es un hilo común que agrava la situación

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Gráfico EE

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