El litio despierta codicia de mineros y delincuentes: J. Jesús Lemus

En México, sectores del crimen organizado se han asociado con algunos grupos mineros transnacionales para obligar al desplazamiento forzado de personas que habitan en zonas susceptibles de extracción de recursos minerales, afirma, J. Jesús Lemus.
El autor del libro, “La guerra del litio. Cómo la masacre LeBarón reveló la complicidad entre mineros, el narco y el estado mexicano para apoderarse de un metal”, editado por Grijalbo y que se encuentra ya en librerías del país, asegura que la posibilidad de explotar ese mineral en algunas zonas del país, como en Bavispe, Sonora, ha motivado la codicia de mineras y de grupos de la delincuencia organizada, que, asegura están detrás del asesinato de nueve integrantes de la familia LeBarón.
¿Qué es lo que ofrece en este libro?
Expongo una radiografía de cómo es que en México está ligado el narcotráfico y la minería y que ello fomenta la violencia.
En México, sectores del crimen organizado se han asociado con los grupos mineros transnacionales para obligar al desplazamiento poblacional en regiones de importancia minera.
La minería es uno de los factores que empujan el alza de la violencia Aquí hago una radiografía, tomando como pretexto el asesinato de integrantes de la familia LeBarón en Bavispe, Sonora, ocurrido en noviembre de 2019 y la demanda del litio que existe hoy en México.
¿Cuál es la evidencia que se tiene de la presencia de litio susceptible de ser explotado en México?
Yo expongo lo que dice el Servicio Geológico Mexicano, pero en 1982. Dice que México puede ser la décima potencia mundial en cuanto a contenidos de litio en su suelo.
En México hay cerca de 300 sitios de importancia minera para la explotación de litio y de esos el gobierno mexicano ha escondido la mayoría y solamente ha dejado expuestos 82 lugares.
Uno de esos es lo que comprende la Reserva Nacional del Litio en el sur de Bavispe, Sonora que es lo que decretó supuestamente como nacionalizado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Cuál es la explicación que ahora solo se reconocen 82 sitios susceptibles de explotar el litio?
El litio es tan explotable como cuando se descubrió en 1982 y son tan viables económicamente como cuando se manifestaron ese año.
La única explicación que existe de esto es que se está reservando; se está ocultando para dejarlo que alguien con la información privilegiada, desde el poder, pueda invertir en ese sector.
Eso quiere decir que se está dando la posibilidad para que se geste dentro de la cuarta transformación un nuevo grupo empresarial que finque sus riquezas con base en la explotación de litio.
¿Cuál es la situación legal de ese recurso?
El punto medular del decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador, dice que se nacionalizó el litio. En realidad, no se nacionalizó. Se creó una empresa mexicana para explotar el litio, pero en asociación con entes particulares o entes sociales.
¿Litio MX, tiene las características que se requieren, dadas las particularidades de este mineral para su aprovechamiento?
Bueno, no requieren capacidades técnicas. Las capacidades técnicas, los requisitos de inversión incluso provendrán del ente particular u oficial que se asocie con Litio MX.
Usted plantea que esto ha generado codicia incluso de la delincuencia organizada. ¿Qué ha pasado en ese aspecto?
Bueno, hay que recordar que la relación de las mineras con los narcos ya viene desde hace varios años. Se da en la explotación del hierro, la plata, el oro, e todo.
Los mineros están utilizando al narcotráfico como brazo armado, brazo ejecutor de su política de despoblamiento, que están desplazando a la población.
La mejor forma de desplazar a la población es a través del miedo, de los asesinatos, de la presencia de la delincuencia, y eso es lo que se está dando.
¿Y por qué, en lugar de asociarse con delincuentes, mejor se ponen de acuerdo con las autoridades y hacen las cosas de manera legal?
Porque hacer las cosas de manera legal significa más pérdida de tiempo, tanto para los mineros como para las autoridades.
Hay que hacer una consulta, hay que convencer a la población. En México el movimiento antiminero es muy fuerte; está la prensa incómoda. O sea, significaría mucha participación social que las empresas no están dispuestas a perder ni el tiempo ni el recurso y el Estado mexicano también no quiere lidiar con esta especie de defensores del territorio.
¿Cuál es la evidencia de que hay una asociación entre la delincuencia y los mineros?
La evidencia está ahí, justamente en el asesinato de integrantes de la familia LeBarón. Ahí están evidencia en las carpetas de investigación que habla de asociación de grupos delictivos para causar ese asesinato en áreas que están siendo ambicionadas por empresas.
La evidencia es más antigua, viene desde la asociación de la empresa Ternium, por ejemplo, con grupos de la delincuencia organizada de la familia Michoacana. Ternium, financió el surgimiento de grupos de autodefensa.
Entonces en el caso de la familia LeBarón, ¿qué explica esos crímenes?
Las tres señoras y los seis niños, pertenecen a la comunidad de La Morita. La Morita, igual que otras comunidades mormonas, tanto en Sonora como en Chihuahua, se encuentran asentadas en regiones que tienen altos contenidos de litio.
Entonces, lo que fue el asesinato de las familias fue justamente para causar miedo a la comunidad La Morita que está asentada en una región que es alta en litio.
Después del asesinato hubo un éxodo como de 70 familias mormonas que decidieron dejar sus tierras. Compraron tierras en Utah y en otros estados de Estados Unidos y se fueron.
¿Actualmente hay gente en La Morita?
Quedaron como 12 familias.
Por supuesto que siguen poniéndose el riesgo por no abandonar la zona.
Usted plantea que hay alrededor de 906 puntos de conflicto en el país entre mineros y población vecina de donde operan las minas…
Actualmente hay 906 puntos de conflicto minero entre las mineras y la población. Y en esos 906 puntos mineros, todos han tenido asesinatos. Algunos de ellos asesinatos en masa.
Antes del caso de los LeBarón, hay 70 asesinatos de tres o más personas en zonas mineras. Y después de los LeBarón, hay 12 asesinatos en zonas mineras.