Conviven cautela y ánimo en inversión y consumo

En medio del anuncio de la nueva política arancelaria de Estados Unidos, en México la cautela se mantuvo como el sentimiento dominante entre el público inversor en abril mientras que, a contracorriente, el ánimo regresó a los consumidores.

De modo que durante el cuarto mes del año la formación bruta de capital fijo (inversión fija) y el consumo privado mandaron señales encontradas, revelaron reportes divulgados este jueves por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

En principio, la formación bruta de capital fijo (inversión fija) retrocedió 1.7% frente al mes previo, lo que la dejó en un nivel 7.7% menor al que tenía en abril del 2024.

Se trató del octavo descenso al hilo de la variable en comparaciones interanuales y el más pronunciado desde la caída de 9% registrada en enero del 2021, un momento en el cual la variable venía suavizando sus caídas luego de haber retrocedido casi 40% en la fase más aguda de la pandemia de Covid-19, en abril-junio del 2020.

Los resultados de abril pasado reflejan la cautela sobre el futuro de la integración comercial de América del Norte. Fue durante el cuarto mes del año que Estados Unidos anunció su política de aranceles recíprocos al mundo que, si bien dejó fuera a México, generó nerviosismo por incertidumbre sobre cómo quedaría el trato arancelario para el país frente a otras naciones.

“El impacto de los aranceles y no solo de los aranceles, sino del ambiente generado a partir de las medidas que tome Estados Unidos ha tenido algunos impactos en México”, reconoció la presidenta Claudia Sheinbaum durante su alocución matutina.

“Están saliendo los datos (económicos) de abril, de mayo y van a tener algunos impactos, pero se está ‘destapando’ la construcción en México pública y privada y todo ello va a ir compensando a lo largo del segundo semestre alguna afectación que se pudiera haber generado por una situación de incertidumbre generada por los Estados Unidos”, añadió.

Y refirió que el Plan México busca en distintos sectores y regiones de nuestro país “compensar esas posibles pérdidas”.

En abril también persistía la incertidumbre respecto de la ejecución de la elección de miembros del poder judicial y la definición de las leyes secundarias de las reformas constitucionales en materia de telecomunicaciones y competencia económica.

Con una baja participación ciudadana, la elección judicial finalmente se llevó a cabo en junio –si bien sus efectos se verán en el mediano y largo plazo– y este mes de julio se aterrizaron las leyes de telecomunicaciones y competencia, que tuvieron cambios relativamente menores a los que se esperaban.

Consumo se reactiva

En tanto, a contracorriente de lo que sugerían los registros sobre el ánimo del consumidor, el consumo privado en México se dinamizó en abril.

Durante el cuarto mes del año creció 1.1% en comparación con marzo, lo que le permitió mostrar un avance de 0.7% frente a abril del 2024, mostraron los datos del Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP).

El crecimiento interanual de la variable le permitió romper una racha de cuatro meses de caídas. Además, resultó sorpresivo considerando la estimación preliminar del propio Inegi.

A mediados de junio, el Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) del organismo preveía un crecimiento del gasto en bienes y servicios de las familias de apenas 0.1% mensual, que resultaba en un descenso anual de 0.8%, lo que finalmente no ocurrió.

La lectura mensual del IMCP también contrasta con indicadores –también generados por el Inegi– que apuntaban a un desempeño del consumo menos favorable.

Por ejemplo, la confianza del consumidor se siguió deteriorando, al descender 0.6 unidades, en lo que fue su sexta caída mensual al hilo, de acuerdo con el Índice de Confianza del Consumidor.

Pero del lado positivo se observó un saldo neto de casi 170,000 empleos nuevos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, si bien la totalidad fueron informales (se perdieron 93,000 formales).

En cuanto a las remesas, a pesar de que cayeron 12.1% a 4,761 millones de dólares, debido a la depreciación interanual del peso resultaron ser 4.8% mayores.

En tanto, el crédito al consumo se desaceleró ligeramente, pero continuó creciendo a tasas de doble dígito –como ha ocurrido en los últimos dos años–, al expandirse 10.4%, de acuerdo con datos del Banco de México.

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