La cuestión social
La cuestión social es tarea de los partidos políticos, de las organizaciones sociales, de los sindicatos, de los empresarios, del gobierno. También de los sociólogos y economistas.
El atraso social de México es la acumulación de saldos negativos. A esa precariedad heredada se suman los factores modernos que anclan el subdesarrollo.
El factor determinante es el crecimiento demográfico. Este arroja una demanda de empleos de 1 millón 200,000 anuales. Nunca se ha creado un nivel de empleo de esa magnitud, ni de la mitad. Esto explica la pobreza, la migración, la dependencia de las remesas en dólares que envían trabajadores mexicanos que laboran en Estados Unidos. Son 34 millones de personas de origen hispánico que viven en Estados Unidos, a consecuencia de la migración.
La perspectiva de más desempleo, migración y pobreza, como consecuencia poblacional y de la falta de un alto crecimiento económico, es que se agraven por la informalidad, la baja calidad educativa, los servicios de salud precarios, la insuficiencia de créditos a las pymes, la desconfianza.
La tijera que recortará estos problemas es la reducción del crecimiento demográfico con una amplia política de planificación familiar y la elevación del crecimiento económico. Para ello, además de decisiones de Estado, se necesita una amplia participación de la sociedad. Parecería una empresa difícil pero no imposible, porque en el pasado se han tenido éxitos parciales de la política de planificación familiar y periodos prolongados de alto crecimiento económico. Por ejemplo, de 1946 a 1982 la tasa de crecimiento económico fue de 6% anual con estabilidad de precios.
Para este año el crecimiento económico será menor al 1%. Pero es posible revertir esta tendencia a mediano plazo. Con mayor y mejor infraestructura, energía eléctrica, inversión en capital humano. El gasto público en salud, por ejemplo, para este año será de solamente del 2.4% del PIB, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda el 7% del PIB de los países. En México más de 50 millones de personas no tienen acceso a los servicios de salud.
También la asignatura pendiente es la inversión en bienes de capital. En México la inversión como proporción del PIB no ha pasado del 21% del PIB. Sólo se eleva al finalizar cada sexenio para terminar obras gubernamentales.
Varias opiniones valiosas de académicos, empresarios, líderes de opinión estiman que para que México pueda tener un crecimiento económico entre 5 y 6% se necesita de una inversión del 30% del PIB.
La cuestión demográfica no es aislada ni irrelevante, calibra todas las demás variables. Por ello debería existir congruencia entre las diversas políticas públicas.