Adaptarse no es opcional: es urgente

La economía mundial vive un momento de inestabilidad creciente. Agustín Carstens, presidente saliente del Banco de Pagos Internacionales (BIS) advirtió que las tensiones comerciales y la fragmentación geopolítica están deshaciendo el orden económico global y que el mundo entra en una nueva era de incertidumbre al acercarse el 9 de julio, fecha límite fijada por Donald Trump para aplicar nuevos aranceles. Claudio Borio, jefe del Departamento Monetario y Económico del BIS, añadió que los mercados están subestimando los riesgos sistémicos.

En el primer trimestre del año el PIB de EU cayó 0.5% y no solo 0.2%, como se esperaba, y el consumo privado —que representa más de 68% del PIB— se contrajo en mayo por primera vez desde enero: -0.1 por ciento. A la par, los ingresos personales retrocedieron 0.4% y las exportaciones disminuyeron 1.3 por ciento. El índice subyacente de precios al consumidor subió 0.2% mensual en mayo, más de lo previsto, y el índice general aumentó 0.1 por ciento. Anualizadas, la subyacente fue de 3.4% y la general de 3.1%, ambas por encima del objetivo de 2% de la Reserva Federal.

En México, el panorama no mejora. El Banco Mundial recortó su pronóstico de crecimiento para 2025 a un raquítico 0.2 por ciento. La inflación general en mayo fue de 4.42%, la más alta en ocho meses, y fuera del objetivo del Banco de México (3% ± 1%).

El 26 de junio Banxico recortó 50 puntos base a su tasa de interés, que quedó en 8.0%, con el fin de estimular el crecimiento, pero nuevas reducciones serán limitadas por la inflación. El peso se ha fortalecido frente al dólar: el 29 de junio cerró en 18.82 por dólar, pero ese fortalecimiento se debe a la debilidad del dólar y no a la fortaleza de la economía nacional. Además, un peso más fuerte encarece las exportaciones mexicanas.

Las exportaciones mexicanas a EU cayeron 2.1% en abril y 1.7% en mayo. Las remesas ya muestran señales de retroceso: en abril sumaron 4,761 millones, 12% menos que en abril de 2024, la mayor caída desde septiembre de 2012, cuando bajaron 19.6 por ciento. Caerán más si el desempleo en sectores clave de la economía estadounidense —como la construcción y servicios— sigue aumentando, y si el Congreso de ese país les impone un impuesto. Las maquiladoras siguen reduciendo su personal y la inversión extranjera directa, de 11.3 mil millones de dólares en el primer trimestre, bajó 8.6% respecto al mismo periodo de 2024.

Claudia Sheinbaum correctamente decidió reducir el déficit de 5.9 a 3.9%, lo que implica recortes. El PAN y el PRI critican, pero no hicieron la necesaria reforma fiscal cuando pudieron.

Ante este panorama, el riesgo de estanflación es real en ambos lados de la frontera: bajo crecimiento con inflación. México enfrenta una triple limitación: exposición externa, presión inflacionaria y falta de reformas estructurales. En esta realidad, las personas deben cuidar su empleo, evitar deudas innecesarias, revisar sus gastos fijos y no asumir que el dólar o los precios seguirán estables. Las empresas deben priorizar liquidez, reducir exposición a tasas variables, revisar coberturas cambiarias y ajustar portafolios a un escenario prolongado de alta volatilidad. Los pilares que solían ofrecer estabilidad ya no garantizan nada. Adaptarse no es opcional: es urgente.

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