Persiste el sindicalismo blanco pese a la reforma laboral, ahora con nuevos membretes

En un periodo de cuatro años se realizaron legitimaciones en el país para eliminar el sindicalismo de membrete, también conocido como blanco, a modo para las empresas; no obstante, la reforma laboral de 2019 tampoco ha frenado su existencia, ahora utilizan otros nombres y siguen operando de la misma forma, revela Willebaldo Gómez, investigador de la UNAM y del CILAS.

Al presentar una investigación del caso concreto del sindicato Carlos Leone, el investigador detalló que aunque no es el único ejemplo, este caso ha llamado la atención por las formas en que ha operado en ciertos sectores económicos, particularmente en el sector servicios, la industria, así como el transporte y la logística.

“Existe una gran controversia por el nombre de esta pseudo organización sindical pues no hay una referencia concreta a este personaje, algo que es común entre los sindicatos blancos”, indicó Gómez.

Recordó que “la reforma laboral de 2019 en México, impulsada por los compromisos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), busca eliminar estas prácticas mediante la legitimación de contratos y nuevas reglas de democracia sindical, estas medidas están diseñadas para asegurar que los contratos colectivos sean auténticos, reflejen verdaderamente los intereses de los trabajadores y empoderen al trabajador”.

Sin embargo, explicó que “estos lastres de la democracia laboral vinculados a un pasado autoritario que el país quiere dejar atrás con el conjunto de cambios institucionales en materia laboral, no solo sobreviven, sino que parece que se han hecho más fuertes adaptándose a los cambios legales por medio de simulaciones y corrupción de las autoridades competentes”.

De este caso concreto sindical, el investigador detalló que se ha documentado la manera en la que opera, transitando de un viejo sindicato a un nuevo nombre, pero con las mismas prácticas que se han utilizado en el sindicalismo blanco.

“El caso del sindicato Carlos Leone y su red de complicidades, opacidades y mentiras evidencia y simboliza la problemática de los sindicatos blancos, que en muchas ocasiones actúan como meros aparatos de control y no como verdaderas representaciones de los intereses laborales. Esto afecta la lucha por los derechos laborales, la justicia laboral perpetúa condiciones de desigualdad y limita la protección efectiva de los empleados”, detalló.

La organización sindical señalada, dijo Wilderbardo Gómez, tiene estructuras de “negocios” para representar y vender protección a las empresas abren una red de influencias como lo es que el apoderado legal del Sindicato 17 de febrero en donde el secretario General del Carlos Leone también es secretario General, figura como dirigente de varios sindicatos en donde comparte carteras con varios integrantes de esta misma dirigencia.

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