Consumo en Argentina no despega pese a baja en inflación

Mientras el Gobierno de Argentina celebra la desaceleración de la inflación y otros datos macroeconómicos favorables, el consumo privado continúa mostrando un desempeño dispar. En mayo, el Indicador de Consumo (IC) que elabora la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) marcó una suba interanual del 1.5%, aunque con una baja desestacionalizada del 0.4% respecto a abril.

Este dato representa el crecimiento interanual más bajo del año y refleja que la recuperación del consumo aún es incipiente. La caída del consumo es uno de los principales reclamos de la oposición, y otros indicadores, como las ventas minoristas relevadas por la CAME, también alertan sobre la debilidad de la demanda interna.

A pesar de la mejora del ingreso real promedio por hogar -que la CAC estimó en $1,912,000 para mayo, con un alza real del 0.4% respecto al mes anterior-, las señales de recuperación aún no se generalizan.

El IC de la CAC, que mide la evolución del consumo de bienes y servicios finales en los hogares argentinos, mostró una mejora interanual pero retrocedió en la comparación mensual. En los primeros cinco meses de 2025, todos los registros interanuales fueron positivos, aunque mayo exhibió la menor variación. La suba se apoyó en algunos rubros con fuertes aumentos interanuales, pero también se observó una caída en sectores clave como servicios públicos y vivienda. El Índice general, además, aún se encuentra por debajo de niveles prepandemia en varios segmentos.

Por su parte, el análisis de la serie histórica del consumo en el mes de mayo revela una marcada volatilidad en todos los rubros, con años de fuertes caídas seguidos por rebotes de magnitud. Indumentaria y calzado, por ejemplo, mostró su peor desempeño en mayo de 2020, con una contracción del 75.5%, en plena pandemia, para luego registrar un rebote del 79.6% al año siguiente.

En contraste, los rubros vinculados al consumo esencial tuvieron una evolución más estable, aunque también menos expansiva. Vivienda, alquileres y servicios públicos alternó pequeñas subas y bajas desde 2018, y en mayo de 2025 volvió a mostrar una caída (5.9%), la más pronunciada desde 2021. En conjunto, el cuadro muestra que mayo de 2025 fue un mes de subas débiles, marcadas por la desaceleración del rebote y una recomposición aún incompleta en los sectores más sensibles.

Los analistas advierten que aún se necesita una mejora sostenida del poder adquisitivo y una mayor estabilidad para consolidar el repunte. La evolución positiva del crédito, junto a una leve mejora real en los ingresos promedio, podría sostener la tendencia alcista en el corto plazo.

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