Reducción de la jornada laboral es inviable para el sector servicios, dice la Concanaco
Aun bajo esquemas de gradualidad, la reducción de la jornada laboral es “inviable” para el sector comercio, servicios y turismo de México, por lo que pide exclusión de la propuesta.
En el marco de los foros de diálogo para la implementación de la semana laboral de 40 horas organizado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), Octavio de la Torre, explicó que el sector terciario mexicano opera bajo condiciones estructurales, laborales y productivas distintas al resto de la economía.
“La reducción de la jornada laboral —incluso bajo esquemas de gradualidad— no es aplicable ni viable”, estableció.
A diferencia de sectores industriales con procesos medibles por hora trabajada o producción automatizada, el comercio, los servicios y el turismo dependen del flujo constante de consumidores, de horarios extendidos y de atención al público durante fines de semana, días festivos y horarios nocturnos.
El 71.2 % del empleo formal en México está concentrado en el sector terciario, con más de 33 millones de personas trabajadoras que operan en entornos altamente dinámicos, con márgenes estrechos, rotación de tareas y contacto directo con clientes.
La Concanaco solicitó al gobierno federal y los legisladores que se reconozca la heterogeneidad operativa entre sectores productivos al legislar en materia laboral, tal como recomiendan los principios de regulación inteligente, y se privilegie el diálogo estructurado con los territorios.
“Desde Concanaco refrendamos nuestro compromiso con la defensa de quienes sí cumplen: negocios familiares, comercios locales, empresas de servicios y prestadores turísticos que generan empleo, dinamizan el consumo y sostienen el tejido económico nacional”, refirió.
La Recomendación 116 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que toda reforma de jornada laboral debe implementarse con base en las condiciones económicas, sectoriales y de productividad, evitando daños colaterales a sectores con alta intensidad de empleo.
Ejemplificó, en países como España o Alemania, las reformas laborales fueron precedidas por procesos extensos de consulta, inversión en formación laboral y políticas activas para sectores vulnerables.
“No se puede aplicar la misma lógica de reducción a quien depende del contacto directo con el cliente, esté en una tienda familiar o en una cadena nacional de autoservicio”, expresó Octavio de la Torre.
“Una reforma sin realismo operativo ni diálogo territorial solo genera más informalidad, menor productividad y mayor incertidumbre para millones de negocios cumplidos”, abundó.
En México, en cambio, se propone una reducción sin diagnóstico técnico, sin ruta de implementación ni diferenciación entre ramas productivas.