Desaceleración económica en México
Durante el 2023 y el 2024, la economía mexicana entró en una fase de recuperación económica luego de la crisis del COVID19. Sin embargo, a finales del año pasado, pero sobre todo en los primeros 3 meses de este año, la dinámica económica de nuestro país se ha desacelerado. El ritmo de la actividad económica ha registrado un retroceso del 1.3% en los últimos 9 meses, de acuerdo a cifras del INEGI, esto producto de una contracción generalizada del mercado interno.
Del lado de la demanda, el consumo privado muestra una caída del 1.4% a tasa anual comparada con marzo del 2024, y del 0.5 a tasa mensual respecto de febrero del 2025. La principal contracción se dio en el consumo de bienes finales nacionales (-1%), así como en el consumo de bienes intermedios importados (-6.1%). En consecuencia, la demanda de bienes y servicios está ocasionado la contracción usual en la oferta. Si analizamos el indicador de Formación Bruta de Capital Fijo, la inversión en México cayó 4.7% a tasa anual respecto a marzo del 2024. Las actividades con mayores contracciones fueron la construcción no residencial con un -17.1%, equipo de transporte importado en -14.8%, equipo de transporte nacional disminuyó en -10%, maquinaria y otros bienes de capital productivo importado en -7.7%, según datos de INEGI.
Dado que la inversión está presentando una caída importante, es normal esperar que la producción se ajuste de manera similar en los próximos meses, lo que impactará de manera negativa en la tasa de crecimiento económico del país. Si la producción cae, podría afectar el ingreso de los agentes económicos lo que reduciría aún más el consumo privado, afectado así las expectativas de inversión futuras de manera negativa, entrando en un círculo vicioso el cual sólo puede ser interrumpido por la política económica del gobierno.
Actualmente la política monetaria está mandando señales anti cíclicas para revitalizar el mercado interno, sin embargo, el nivel de la tasa de interés sigue siendo muy alto para lograr tal objetivo. La política fiscal sigue sin movimientos, ya que los estímulos fiscales al aparato productivo son muy pocos y de bajo impacto. Esperemos que pronto existan otras señales de mercado que reactiven al mercado interno para recuperar el ritmo de crecimiento mostrado en el 2023 o incluso alcanzar uno mayor.
El autor es Vice Decano en la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana