El cierre del estrecho de Ormuz, una bomba atómica sobre el mercado petrolero
Histórico es un adjetivo manoseado, desgastado por el uso y abuso. Hay, sin embargo, momentos para los que va como anillo al dedo. Este es uno de ellos: el cierre unilateral del estrecho de Ormuz por parte de Irán tras la ofensiva estadounidense a sus instalaciones nucleares sería el equivalente a arrojar una bomba atómica sobre el mercado petrolero; entraría, en fin, en territorio ignoto: nunca antes se ha cerrado una arteria de este calibre, por donde pasa una cuarta parte del crudo mundial, imprescindible para el normal funcionamiento del mayor mercado de materias primas del planeta.