“Reconstruyamos al país a partir de una nueva ciudadanía”: Max Kaiser

“Reconstruyamos al país a partir de una nueva ciudadanía”: Max Kaiser

Es necesario reconstruir las instituciones democráticas del país que durante los últimos siete años han venido destruyéndose desde el gobierno, y esa es una tarea para un nuevo tipo de ciudadanos, estoicos, que, edifiquen una nueva nación en la que existan las condiciones para ser felices, plantea Max Kaiser.

En entrevista, el autor del libro “Útil y Feliz. Un nuevo ciudadano estoico”, editado por Grijalbo y que ha comenzado a circular en librerías del país, el abogado, politólogo y reconocido activista social, explica que en ese texto plantea la construcción de un nuevo ciudadano en los que haya una combinación de cuatro virtudes: con coraje, disciplina, sentido de justicia y sabiduría.

En 159 páginas, entrelaza la sabiduría ancestral del estoicismo, con la visión japonesa del ikigai, tu razón de la vida, y plantea una ruta para que los ciudadanos alineen aquello que aman con lo que el país y el mundo necesitan y teniendo en mente la búsqueda de un México mejor más justo y próspero.

Comienza describiendo tres tipos de ciudadanos: los que se adaptan, los que solo se quejan y los que hacen algo y los incentivos que puede tener una persona, en lo individual, para trabajar en equipo con otros ciudadanos, con el objetivo de conseguir ser útil y feliz.

Plantea 20 preguntas, entre las que destaca ¿cómo es un ciudadano que puede plantearle cara al poder? y ¿cómo empezamos?

También comparte una reflexión sobre el populismo autoritario, el valor de creer en la verdad y ser un patriota.

¿Por qué es necesaria la reconstrucción que usted plantea en este libro?

La construcción de instituciones democráticas que habíamos hecho durante 30 años, a finales del siglo pasado e inicios del actual, se destruyó.

A partir del 2018 un presidente (Andrés Manuel López Obrador) dijo: vengo a destruirlo todo, vengo a destruir las instituciones y lo cumplió.

Entonces, si queremos volver a ser una república democrática, los ciudadanos tenemos que empezar a reconstruir, no solo el tejido social, sino las instituciones que se destruyeron en un sexenio. A eso me refiero con reconstrucción.

Y una cosa muy importante, la reconstrucción no quiere decir regresar al pasado. No hay nostalgia de los gobiernos priistas o panistas. No. Reconstrucción quiere decir reconstruir las instituciones para tener un mejor país.

Alguien le podría decir a usted, la gente está feliz; el gobierno actual tiene un amplio respaldo popular y eso lo reflejan las encuestas y el respaldo que tuvo Morena y sus aliados en las elecciones presidenciales de 2024

Y eso sería una mentira, porque la elección del año pasado fue claramente una elección de Estado, que fue financiada y preparada durante por lo menos cinco años.

Ese supuesto respaldo popular no es otra cosa que miles de millones de pesos gastados en movilización y compra de voto; un presidente de la República promoviendo ilegalmente a su candidata durante años; una candidata haciendo campaña ilegal durante varios años en lugar de gobernar la Ciudad de México; organizaciones sindicales y de otros tipos movilizándose en favor del candidato oficial; y el crimen organizado operando en favor del partido.

Hoy tenemos todo tipo de artículos, investigaciones y hasta la Casa Blanca dice que el gobierno actual tiene, “alianzas intolerables con el crimen organizado”.

¿Cuáles son los incentivos que tendría un ciudadano, en lo individual, para hacer un trabajo con otros ciudadanos, como el que usted plantea?

Muy fácil. Lo que dicen los estoicos es que lo que es bueno para la abeja es bueno

para la colmena. Y al revés. Lo que es bueno para la colmena es bueno para la abeja.

El incentivo mayor es entender que solo puedo ser feliz en un entorno, en un lugar, un espacio donde las cosas funcionan. Y las cosas no funcionan solas.

La lógica de los estoicos es: Quieres vivir en una buena comunidad, en un buen país, pues tienes que entrarle a la construcción de ese espacio.

¿Y si al plantear eso le dicen cómo me voy a involucrar en algo en conjunto, cuando México es un ejemplo de que las mayorías se equivocan?

Es que, justo por eso, la participación ciudadana no se puede agotar en ir a votar cada tres años. Hay que involucrarse todo el tiempo en diferentes decisiones. Desde las decisiones de mi colonia y mi calle, hasta las decisiones de mi alcaldía o municipio, y hasta llegar a las decisiones nacionales.

El gran error que hemos cometido, los ciudadanos, es creer que yo puedo esperar a que los partidos tomen decisiones, elijan candidatos, y me los pongan en una boleta y yo lo único que tengo que hacer como ciudadano es escoger A o B. Ese es un grave error.

La propuesta del libro, es que hay que involucrarse mucho antes en todas las decisiones; que la actividad de ser ciudadano sea permanente.

¿Cuál es el riesgo de no hacer algo?

Que las cosas sigan como van.

Ser un espectador lo único que te provoca es una angustia terrible porque solo estás viendo que otros destruyen.

Las alternativas son muy sencillas: Mantenerse como un simple espectador de tu propio país y ver cómo otros toman decisiones o entrarle a las grandes discusiones para convertirte en un ciudadano que sea útil y que por lo tanto pueda ser feliz.

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