Aranceles de EU elevan presión sobre el sector inmobiliario mexicano

La reciente decisión de Estados Unidos de duplicar de 25% a 50% los aranceles al acero y al aluminio importado ha generado repercusiones directas en diversos sectores productivos de la economía nacional, particularmente en el inmobiliario. Si bien la medida no excluye a otros países, la alta dependencia de México respecto al mercado estadounidense amplifica el impacto sobre la economía nacional.
En un análisis al respecto realizado por Bertha Martínez Cisneros, coordinadora de la licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad, Campus Mexicali, se hace referencia al impacto de esta medida estimado por la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), el cual prevé que los aranceles a las exportaciones de acero y aluminio podrían elevar hasta 10% el costo de las construcciones.
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Estos insumos representan entre 7% y 15% del costo total de una vivienda, según cifras de la ADI y la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda, según el tipo de construcción.
De acuerdo con el análisis de Martínez Cisneros, la imposición de aranceles encarece la producción de vivienda y limita el acceso a inmuebles asequibles.
“El alza en los costos de acero y aluminio no solo afecta a la vivienda, también encarece la infraestructura pública y privada en general. Impacta en otros sectores productivos como la automotriz, línea blanca y electrodomésticos. Pudiendo generar una presión inflacionaria generalizada en la construcción y los bienes duraderos”, comentó Martínez Cisneros.
El gobierno estadounidense justificó la medida bajo la Sección 232 de su legislación comercial, al considerarla una acción para proteger la seguridad nacional. Desde su primera administración, Donald Trump acusó a países extranjeros de saturar el mercado estadounidense con productos metálicos a precios artificialmente bajos, frecuentemente subsidiados. Informes oficiales advirtieron que esta sobreoferta amenazaba la viabilidad de la industria nacional al debilitar su capacidad de respuesta ante situaciones críticas.
Riesgo estructural para México
México figura como el segundo proveedor de acero hacia Estados Unidos. Aproximadamente 84% de las exportaciones mexicanas de acero y aluminio tienen como destino el vecino país del norte. Tan solo en el 2024, estas operaciones representaron un valor de 16,078 millones de dólares, según datos del gobierno mexicano.
El aumento arancelario podría poner en riesgo más de 20,000 millones de dólares en exportaciones y cerca de 380,000 empleos en el sector siderúrgico nacional, refiere el análisis. El impacto va más allá del comercio exterior: compromete la integración de las cadenas de suministro en América del Norte, especialmente en sectores como el automotriz y la construcción, que dependen de insumos metálicos mexicanos.
En opinión de Martínez Cisneros, este escenario exige una revisión urgente de la estrategia industrial mexicana ante un entorno menos favorable, ya que la presión sobre los costos compromete nuevos proyectos de vivienda y reduce márgenes de ganancia para los desarrolladores. También afecta la planeación de obras públicas y limita el dinamismo económico regional.
Opciones de mitigación
Según la especialista, para mitigar el impacto de la medida, México tiene las siguientes opciones:
- Fortalecer el mercado interno. Parte del acero y aluminio originalmente destinado a exportación podría abastecer el mercado nacional. Esto abriría la posibilidad de reducir temporalmente los precios internos y reactivar la inversión en sectores como vivienda, manufactura e infraestructura.
- Diversificar destinos de exportación. La dependencia de Estados Unidos supera 80% en este rubro. México podría intensificar la búsqueda de nuevos socios comerciales y aprovechar tratados vigentes con otras regiones para colocar excedentes productivos.
- Activar mecanismos del T-MEC. Aunque Estados Unidos argumentó motivos de seguridad nacional, México puede apelar a los mecanismos de revisión y solución de controversias establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). También puede negociar cuotas preferenciales o solicitar esquemas de excepción bilateral.
El análisis concluye que el encarecimiento de los insumos metálicos afecta la competitividad del sector inmobiliario y compromete los planes de desarrollo urbano. A nivel estructural, también revela la vulnerabilidad de México ante decisiones unilaterales de su principal socio comercial.
Frente a este entorno, el país requiere una estrategia de largo plazo que combine diplomacia comercial, fomento al mercado interno y diversificación exportadora para reducir el riesgo sistémico en la industria de la construcción.
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