México reactiva apuesta por la geotermia con perforación de cuatro pozos en BC
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Un potencial desaprovechado
Para llevar a cabo este proyecto, el gobierno federal canalizará una inversión de 51.5 millones de dólares. “Una de las cosas que queremos hacer en esta Administración es impulsar a la geotermia, nosotros éramos campeones en la geotermia hace unos 20 o 30 años, éramos de esos países que más usábamos ese recurso”, dijo Jorge Islas, subsecretario de Planeación y Transición Energética de la Sener. El funcionario reconoció que la tecnología geotérmica fue desplazada por otras fuentes como la solar y la eólica. “De repente, hubo un abandono de este tema, y es un área en la que tenemos energía renovable firme, no intermitente”, subrayó, haciendo alusión a la ventaja de esta fuente frente a la variabilidad de otras renovables. El campo de Cerro Prieto, uno de los más antiguos del país, representa un ejemplo claro de ese potencial. En operación desde 1973, esta planta llegó a tener una capacidad de generación de hasta 960 megawatts. Hoy, tras décadas de falta de mantenimiento, apenas produce alrededor de 400 megawatts, según detalló el subsecretario. Las Tres Vírgenes es un campo más reciente, inaugurado en 2021, con una capacidad instalada de 10 megawatts. Aunque su escala es menor, representa un paso importante en la diversificación regional de la generación geotérmica en el país. El país cuenta con otras dos centrales geotérmicas: Los Humeros, ubicada en Puebla, con una capacidad de 95.7 megawatts desde su inicio de operaciones en 1990, y Los Azufres, en Michoacán, que opera desde 1982 con una capacidad instalada de 252 megawatts, según datos de la CFE. De acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el país cuenta con reservas probadas, probables y posibles que permitirían generar hasta 9.6 gigawatts. La Secretaría de Energía estima incluso un potencial mayor, de 13.4 gigawatts. Sin embargo, la capacidad efectiva actualmente en operación apenas alcanza los 808 megawatts. La brecha entre el potencial y la capacidad instalada responde, en gran parte, al riesgo inherente a la perforación. “Tenemos un recurso muy valioso pero que tiene un problema, que es el riesgo de perforar y no encontrar nada, por eso hay que hacerlo bien y hay que perforar porque es altísima la probabilidad de encontrar recursos”, comentó Islas. La licitación no establece aún cuánta capacidad adicional podrían aportar los cuatro pozos, dado que la productividad dependerá del éxito en la exploración. No obstante, la adjudicación a GSM Bronco representa un paso tangible para incrementar la participación de la geotermia en la matriz energética nacional. Este impulso también responde a la necesidad de reducir la dependencia de los combustibles fósiles. La actual administración busca acelerar la transición hacia fuentes más limpias y constantes, en línea con sus compromisos climáticos y de seguridad energética. La geotermia ofrece una ventaja estratégica: a diferencia del sol o el viento, puede operar de forma continua, sin interrupciones, lo que permite una mayor estabilidad en el suministro eléctrico. Esa característica la convierte en una pieza clave para complementar otras tecnologías renovables. Al cierre de 2024, la geotermia sigue rezagada frente a otras fuentes limpias. Según un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la capacidad instalada de generación solar fue de 7,469 megawatts y la eólica de 7,056 megawatts, lo que muestra una diferencia significativa respecto a los 808 megawatts de la geotermia. El Programa de Financiamiento y Transferencia de Riesgos para Geotermia busca atraer inversión privada y promover modelos de cooperación entre el Estado y empresas que estén dispuestas a compartir el riesgo exploratorio. Esto puede dinamizar un sector que, hasta ahora, había estado prácticamente estancado.
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