Tecnología para un futuro cero emisiones
En el Día Internacional del Medio Ambiente (5 de junio), las tecnologías digitales son la aliada estratégica para reducir la huella de carbono y avanzar hacia la meta de cero emisiones.
Los mayores emisores de contaminantes siguen siendo sectores tradicionales como la energía, el transporte y la industria manufacturera. Según la UIT y el Banco Mundial, las telecomunicaciones también contribuyen de manera relevante con alrededor de 133 millones de toneladas (Mt) de CO₂ (2022), equivalentes a 0.4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI).
Las grandes potencias han suscrito compromisos climáticos (Acuerdo de París) e implementado estrategias como el uso de energías renovables y redes digitales eficientes. México se comprometió a alcanzar cero emisiones netas para 2050 y reducir 140 Mt de CO₂ para 2030 entre acciones de energías limpias, reforestación y economía circular.
Todas las empresas de telecomunicaciones y tecnológicas buscan emisiones netas cero para 2030, 40 y 50. Los usuarios también podemos contribuir con el medio ambiente al alargar la vida útil de dispositivos, optar por energías limpias en el hogar y racionalizar el uso de Internet y las consultas a los modelos de Inteligencia Artificial.
Los datos globales de 2023 muestran que el sector energético encabezó las emisiones de GEI con 15.1 giga toneladas de CO2, seguido del transporte con 8.4 y la agricultura con 8.3. La industria manufacturera (cimentada en el acero y el cemento) contribuyó con 20.3% de las emisiones mundiales, según la Unión Europea.
El acero es responsable del 7 al 9% de las emisiones globales de CO₂. Produce aproximadamente 1.8 toneladas de CO₂ por cada tonelada de acero fabricado. El carbón es la principal fuente de emisiones, con 41.1% en 2023, mientras el cemento creció 6.5% frente a 2022.
Aunque el sector digital no lidera, sus emisiones son significativas y en aumento. Las TIC generan entre 1.8 y 2.8% de la huella de carbono mundial, comparable al sector de la aviación. En particular, las redes de telecomunicaciones sumaron 133 MtCO₂ en 2022, equivalente a 0.4% de las emisiones globales. Las telecom consumieron 258 TWh, 1% del uso total de electricidad global.
Más aún, el auge de la Inteligencia Artificial (IA) en el sector tecnológico ha impulsado un crecimiento de emisiones de 12% anual, con empresas como Amazon, Meta, Google y Microsoft incrementando sus emisiones operativas 150% desde 2020.
La digitalización ofrece soluciones para reducir emisiones en sectores intensivos en carbono. A través de plataformas de Internet, el teletrabajo, el e-commerce y la gestión inteligente de recursos, es posible disminuir impactos del transporte, la producción industrial o la agricultura.
El uso de sensores y Big Data permite optimizar la logística en el transporte, como reducir recorridos y tiempos muertos. Los Centros de Datos, que se prevé duplicarán su consumo energético para 2026, están migrando a energías limpias y sistemas de refrigeración más eficientes para minimizar su huella ambiental.
En la industria telecom, en general las compañías han logrado reducciones en sus emisiones desde 2015, impulsadas por los despliegues de fibra óptica y redes 5G, debido a que la energía es un costo relevante dentro de su operación que buscan reducir a toda costa con tecnologías más eficientes.
Las plataformas de Internet pueden traducir su escala en eficiencia para otros sectores. Por ejemplo, el comercio electrónico reduce la necesidad de superficies comerciales y desplazamientos físicos, mientras que los servicios de streaming (video, música) sustituyen medios físicos y la generación de residuos como empaques. No obstante, el streaming también tiene un costo energético: en 2020, las TIC emitían entre 0.7 y 1.6 GtCO₂ al año, porque los Centros de Datos representan gran parte de este total.
Para que las plataformas sean aliadas del medio ambiente, requieren migrar a energías renovables, adoptar servidores más eficientes y fomentar la economía circular en el reciclaje de hardware. Cada usuario puede apoyar esta transición al reducir el consumo innecesario de streaming de alta resolución.
El sector de las telecomunicaciones tiene una doble vertiente: por un lado, genera emisiones operativas asociadas al consumo energético de redes y Centros de Datos; por el otro, posibilita la descarbonización de actividades de otras industrias.
El auge de la IA y la Nube ha disparado la demanda de capacidad de procesamiento y almacenamiento, lo cual incrementa el consumo energético, es decir, el uso de energías contaminantes como el carbón para generarla. En 2023, las 166 principales empresas digitales representaron 0.8% de todas las emisiones globales relacionadas con la energía y 2.1 % del consumo eléctrico mundial (581 TWh).
Conforme crecen los servicios basados en datos, los operadores de telecomunicaciones deben invertir en infraestructura verde, migrar a fuentes limpias y optimizar sus redes para reducir su huella y costos.
Las telecomunicaciones habilitan aplicaciones que reducen la huella de otros sectores. Herramientas de telemedicina, telegestión de edificios, ciudades inteligentes y agricultura de precisión dependen de redes de alta velocidad. Lo anterior demuestra que la conectividad puede ahorrar combustible, electricidad y agua. Porque cada megabit transmitido con energías renovables aporta un beneficio neto al sistema y compensa mayores emisiones.