Caso Luis Enrique: Cuando liderar con el corazón alcanza para una Champions… y más

El pasado 31 de mayo de 2025, el Paris Saint-Germain (PSG) logró su primer título de la UEFA Champions League al vencer 5-0 al Inter de Milán en la final disputada en Múnich. Este triunfo histórico no solo marcó un hito deportivo para el club francés, sino que también evidenció una profunda transformación en su cultura organizacional y estilo de liderazgo, encabezada por el entrenador español Luis Enrique.

Más allá de la táctica, el talento y la inversión, el secreto del éxito del PSG estuvo en algo mucho más humano: la gestión emocional de su equipo.

Un cambio de paradigma en el liderazgo

Desde su llegada al PSG en 2023, Luis Enrique implementó una filosofía centrada en la cohesión del equipo, la disciplina táctica y la gestión de las emociones. A diferencia de etapas anteriores, donde el club apostaba por fichajes estelares como solución mágica, el técnico asturiano construyó una cultura de equipo basada en la confianza, la vulnerabilidad y la empatía. Apostó por el bienestar mental de los jugadores, asumió personalmente las culpas en las derrotas, cediendo a sus jugadores el mérito en las victorias, e hizo sacrificios personales (como vivir en la Ciudad Deportiva de Poissy en lugar de París) para estar mas tiempo con el equipo.

Este ejemplo de liderazgo empático en el deporte, hace total sentido con el cambio acelerado y refuerza la evidencia contundente encontrada en el ámbito de los negocios.

Brené Brown, investigadora y autora de Dare to Lead, sostiene que “la vulnerabilidad no es debilidad; es nuestra medida más precisa de coraje”. Brown, en su estudio con más de 7,000 líderes en todo el mundo, destaca que los equipos más efectivos son aquellos donde los líderes se atreven a mostrarse imperfectos, admiten errores y fomentan un espacio donde otros pueden hacer lo mismo. Esto no solo mejora la innovación, sino que incrementa la resiliencia y el sentido de pertenencia en los equipos.

Los datos respaldan la importancia de este enfoque. El Global Human Capital Trends 2024 de Deloitte reporta que el 79% de los líderes considera que mostrarse auténtico, vulnerable y transparente es una competencia crítica para el liderazgo del futuro, aunque solo el 37% de las organizaciones tiene programas de desarrollo en estas habilidades.

Por su parte, el estudio State of Workplace Empathy 2024 de Businessolver revela que el 73% de los empleados considera que su desempeño mejora cuando sus líderes demuestran empatía, y que las organizaciones empáticas tienen un 22% menos de rotación de talento.

Daniel Goleman, pionero en inteligencia emocional, afirma en: Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ, que “los líderes más efectivos son aquellos que demuestran una capacidad aguda para reconocer y responder a las emociones de los demás”. Según Goleman, la empatía es una de las cinco competencias clave de la inteligencia emocional, junto con la autoconciencia, la autorregulación, la motivación y las habilidades sociales, y es fundamental para tomar decisiones éticas, gestionar conflictos y construir relaciones de confianza.

El Future of Jobs Report 2023 del Foro Económico Mundial, también lo confirma: la inteligencia emocional, la empatía y la gestión del cambio están entre las diez habilidades más importantes para los líderes del futuro. Además, un estudio de Korn Ferry (2023) muestra que los líderes con alta inteligencia emocional tienen 3.5 veces más probabilidades de generar equipos altamente comprometidos. Y finalmente, McKinsey reporta que las organizaciones que priorizan el liderazgo empático tienen una rentabilidad 20% superior a la de sus pares.

Las lecciones de Luis Enrique para un liderazgo más humano

El PSG de Luis Enrique es un caso de estudio sobre cómo la gestión emocional transforma no sólo resultados deportivos, sino también culturas organizacionales. Su liderazgo nos deja valiosas lecciones para cualquier líder:

  1. Fomenta la empatía y la vulnerabilidad: Mostrar autenticidad y comprensión fortalece la confianza y el compromiso. Luis Enrique no dudó en hablar de sus propias dificultades, como la pérdida de su hija Xana, y eso lo hizo más cercano a su equipo. Esto le permitió abrir un canal con los jugadores y así entender sus talentos, potencial y dificultades y poder ajustar la plantilla en cada partido.
  2. Prioriza el equipo sobre el individualismo: Un enfoque colectivo, donde las estrellas trabajan para el grupo, eleva el rendimiento y la resiliencia. La meta colectiva era ganar, partido por partido, dejando el ego y las agendas personales atrás.
  3. Gestiona las emociones de manera efectiva: Reconocer y abordar las emociones propias y ajenas mejora la comunicación y la toma de decisiones. Generó seguridad psicológica en el equipo para poder hablar abiertamente del estado emocional, físico y psicológico de cada uno, y poder tomar las mejores decisiones para el equipo.
  4. Aprende de la adversidad: El PSG tuvo derrotas dolorosas antes de alcanzar la Copa Europea. Luis Enrique supo transformar esas caídas en aprendizajes y continuar generando entusiasmo en la visión común. 
  5. Construye un ambiente de confianza: Dónde no solo se permite fallar, sino que se espera aprender del error. La falla individual y colectiva le permite al equipo aprender y mejorar continuamente.
  6. Reconoce el esfuerzo, no solo el resultado: Celebrar los pequeños logros crea un sentido de propósito y pertenencia. Cada avance es una oportunidad de reconocer a cada jugador y al equipo entero, y los resultados positivos se dieron por consecuencia.

Conclusión

El liderazgo de Luis Enrique en el PSG demuestra que la vulnerabilidad y la empatía no son debilidades, sino el núcleo del liderazgo transformador. Este enfoque no solo sirve en el deporte, sino también en las organizaciones de cualquier industria que quieran construir equipos resilientes, innovadores y comprometidos. Si eres líder, es momento de preguntarte: ¿Cómo puedo liderar con más empatía y vulnerabilidad para transformar a mi equipo y a mi organización? Empieza hoy mismo: escucha más, juzga menos, y permite que tu humanidad sea tu mayor fortaleza como líder.

admin