Wall Street se desploma ante baja demanda en bonos estadounidenses
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Una débil subasta de bonos del Tesoro estadounidense a 20 años desató una jornada negativa en Wall Street , con caídas generalizadas en acciones, bonos y el dólar. La colocación por 16,000 millones de dólares registró escasa demanda, lo que elevó la tasa máxima a 5.047% y provocó un alza del rendimiento de los papeles hasta 5.125%, su mayor nivel desde noviembre de 2023.
Bonos largos, los más afectados
Tras el resultado de la subasta, los índices bursátiles retrocedieron con fuerza. El S&P 500 cayó 1.6%, el Nasdaq 100 perdió 1.3% y el Dow Jones Industrial Average bajó 1.9%. La caída se produjo pese a que el mercado intentó recuperar terreno durante la jornada. El dólar también se debilitó frente a las principales divisas, mientras que Bitcoin redujo su avance, aunque aún se perfilaba para un nuevo récord. El desplome se da en un contexto de creciente preocupación por la salud fiscal de Estados Unidos. El pasado viernes, Moody’s recortó la calificación crediticia soberana del país desde la máxima nota “Aaa”, encendiendo alarmas sobre la sostenibilidad de la deuda estadounidense. Para muchos inversionistas, el mensaje fue que sí Estados Unidos no estabiliza sus finanzas, aumentarán los riesgos percibidos de prestarle dinero al gobierno. “La subasta débil de bonos a 20 años añadió más presión”, explicó Michael O’Rourke, estratega jefe de mercado en JonesTrading a Bloomberg . “Ha sido una tendencia toda la semana desde la rebaja de Moody’s. Además, hay un debate presupuestario en el fondo que alimenta la incertidumbre.” La venta masiva golpeó especialmente a los bonos a largo plazo. Los papeles a 30 años vieron un aumento de 11 puntos base en su rendimiento, acercándose a los niveles más altos desde octubre de 2023. La emisión de bonos a 20 años, con un cupón del 5%, fue la más costosa desde que se reintrodujo ese plazo en 2020. El exsecretario del Tesoro, Steven Mnuchin, advirtió en el Foro Económico de Qatar que el creciente déficit presupuestario de Estados Unidos es una amenaza mayor que el desequilibrio comercial. “Estoy muy preocupado”, dijo. “El déficit fiscal es más grave. Espero que logremos más recortes de gasto. Es algo muy importante.” En medio del nerviosismo financiero, la Casa Blanca aumentó la presión sobre los republicanos para aprobar cuanto antes una reforma fiscal clave. La administración advirtió que no hacerlo sería “la traición definitiva”, en un intento por reactivar el respaldo legislativo en medio de una compleja batalla política por el presupuesto.
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