La Canapat, una estrella en el turismo mexicano

La Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat) es una organización que desde su creación en 1989 transita, innecesariamente, por las carreteras del bajo perfil.

Entre sus afiliados se encuentran marcas más que conocidas y utilizadas alguna vez para ir a disfrutar de Veracruz, Acapulco, Puebla, Monterrey, Morelia, Chalma o Querétaro: Estrella Blanca, Omnibus de México, ETN, Pullman de Morelos, ADO, Futura, Senda o Costa Line.

Su actuar en el sector turístico es por demás relevante y registra cifras difíciles de creer.

El reporte más reciente de Estadística mensual del sector infraestructura, comunicaciones y transportes, de la SICT, bajo la tutela de Jesús Esteva, refiere que durante el 2024 se movilizaron en autobús de pasajeros (no camiones) 3,824 millones de personas, el 1% más que el año previo.

La cifra récord no puede pasar desapercibida. Los recorridos pueden ser tan breves como de una hora entre la Ciudad de México y Teotihuacan o de 12 horas entre la capital del país y Monterrey.

Luis Antonio Zaldívar Sánchez es el presidente actual de la cámara. Él ha tenido la fortuna de estar muy cerca de la secretaria de Turismo federal, Josefina Rodríguez, para hacer valer un sector estratégico en el país por el desarrollo económico que genera.

Ambos se pueden mirar posando en diversas fotografías durante el reciente Tianguis Turístico, en Baja California, como muestra de una real voluntad de trabajar en comunión, lo que no ocurrió al menos en los últimos 10 años. El alto nivel de interlocución entre IP y gobierno debe ser prioridad.

Por estos días los equipos de las diversas firmas afiliadas a la Canapat siguen planeando cómo van a resolver el reto de transportar a los miles de participantes extranjeros y nacionales del mundial de fútbol del 2026. Se requieren autobuses con encantadores diseños que ayuden en la promoción turística de los atractivos del país y, sobre todo, generar verdaderas experiencias de viajes a bordo.

Viajar por carretera es la primera opción para los mexicanos que quieren ir de “paseo” a algún destino nacional y de eso no hay duda. El cariño al servicio es evidente, por ello todavía sigue siendo relevante la compra de boletos en taquilla, como antaño.

Por los millones de pasajeros que moviliza los socios de la cámara, las aerolíneas de bajo costo (Viva y Volaris) no quitan el dedo del renglón en su afán de tratar de quitar mercado y mejorar sus complejas finanzas.

Sin embargo, para un buen futuro en este sector debería llegar a buen fin la indagatoria de la Autoridad Investigadora de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), quien determinó hace un año, de manera preliminar, que no existen condiciones de competencia efectiva en tres modalidades del servicio de autotransporte federal de pasajeros en México y detectó seis barreras a la competencia, entre ellas la existencia de relaciones horizontales entre competidores, como las coinversiones entre Grupo ADO y Grupo Estrella Roja o entre Grupo Estrella Blanca y Grupo IAMSA.

Esa rara relación ha impactado negativamente a los usuarios del servicio. ¿Se podrá romper en el corto plazo?

Habrá que ver si la Comisión Nacional Antimonopolio (que sustituye a la Cofece) va a dar seguimiento al caso, sin pasiones ni intereses, y busque generar un ambiente positivamente regulado y de alta competitividad por el bien de todos aquellos que se suben (subimos) cotidianamente a los autobuses.

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Por cierto: a partir de las notas derivadas de la cobertura de periodistas especializados, se concluye que la reciente edición de El encuentro de colores y sabores de Nayarit fue “todo un éxito”. El secretario de Turismo local, Juan Enrique Suárez del Real Tostado, reconocido anfitrión, fue el encargado de recibir a los invitados, entre ellos el cada vez más famoso y lejano director de Comunicación de Viva, Walfred Castro. ¡Felicidades!

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