Banxico, ¿cerca del límite?

El día de mañana el Banco de México confirmará una baja de 50 puntos base en la tasa de referencia para ubicarla en un nivel de 8.5%, se trata de algo que los participantes en el mercado tienen muy descontado.

Asimismo, posiblemente mantenga una guía en la cual adelantará una reducción de la misma magnitud para su comunicado de junio.

Es muy probable que cerremos junio con una tasa de interés del 8 por ciento. Las estimaciones contenidas en las encuestas que se hacen a los participantes en los mercados anticipan que la tasa con la que cerraremos el año se ubicaría entre 7.50 y 7.75 por ciento.

La moderación de las expectativas sugiere que suceden cosas que podrían estar indicando que la tasa tal vez no pueda descender más; en otras palabras, hay temas que podrían frenar a Banxico en un nivel más alto del que ahora todos anticipan.

Una de esas cosas, la principal, es que la tasa de inflación ha repuntado en las ultimas tres quincenas. La tasa general anual ha pasado de un mínimo de 3.67% registrado en la primera quincena de marzo a un nivel de 3.90% al cierre de abril.

Por su parte, la inflación subyacente, aquella que excluye precios volátiles como los energéticos o los bienes agropecuarios, ha aumentado de 3.56% a tasa anual a un registro de 3.96% en el cierre de abril.

Destaca en el aumento más reciente la aceleración en el subíndice de precios de mercancías. A tasa anual ha pasado de una tasa de 2.47% en diciembre del 2024 a una de 3.38% en abril.

Entre los mayores productos de incidencia en abril fueron aumentos en productos poco comunes como los detergentes, las cremas para la piel, productos para el cabello, además de automóviles, entre otros.

La causa de estos aumentos posiblemente tiene que ver con el contexto actual. Al menos hay dos causas que en conjunto pueden ocasionar este tipo de presiones. Una es que desde el mes de enero el gobierno mexicano decidió aplicar un impuesto a productos importados provenientes de países que no tienen un tratado comercial con México, como es el caso de China.

El impuesto se concentró en las plataformas de comercio digital como Shein y Temu, pero también impacta a productos, principalmente de origen textil que venden algunos grandes comercios en el país.

Esta presión en un país como México es fácilmente trasladable al consumidor. No podemos presumir como en otros países desarrollados de la existencia de múltiples mercados competidos en donde los productores o comerciantes ajustan sus márgenes para mantener sus volúmenes.

En México, por el contrario, existen muchos mercados, en especial en el rubro de mercancías, en donde los negocios tienen la capacidad de ajustar sus menores volúmenes o su presión de costos vía aumentos en los precios al consumidor.

En una situación de beligerancia comercial, y de escasez de demanda si nos apegamos a las cifras de menor crecimiento del empleo y consumo del primer trimestre, no sería sorpresivo ver que en algunos mercados tal ajuste de precios suceda.

La Cofece aún existe, pero carece de poder y será sustituida en cuanto el Congreso apruebe la iniciativa, recién propuesta en abril, para crear a la Comisión Nacional Antimonopolio, que la sustituiría.

Tiene razón la Junta de Gobierno de Banxico en mencionar que el balance de riesgos sigue sesgado al alza. Si extrapolamos el aumento promedio quincenal en el rubro de mercancías del primer semestre de 0.28% para lo que resta del año la inflación subiría hasta niveles superiores al 4.5%; si asumimos un aumento de 0.15% aun así estaremos en una cifra cercana al 4.0% nivel máximo del rango de tolerancia de la política monetaria.

Hace bien también la Junta de Gobierno en destacar que la baja en las tasas de interés será hacia niveles que le permitan mantener una postura aún restrictiva.

Hay un elemento adicional a considerar. La retraída de Estados Unidos y el enfriamiento que ha hecho en la guerra comercial que él mismo desató, han inyectado confianza entre los inversionistas de que no habrá un período recesivo en dicho país. Las probabilidades de una recesión en esta semana han sido revisadas a la baja.

En concordancia, se han ajustado las estimaciones implícitas del nivel de la tasa de referencia que establece la Reserva Federal (Fed); si es posible que persista un crecimiento positivo, los participantes en los mercados ahora descuentan que la Fed podría bajar la tasa una o dos veces en lo que resta del año, la probabilidad de que lo haga en junio prácticamente se ha desvanecido.

Si la presión en la inflación de mercancías y en la parte subyacente persiste y al mismo tiempo la Fed confirma que no tiene prisa en reducir su tasa de interés, la decisión de Banxico para seguir reduciendo la tasa después de julio será más retadora y el descenso a un nivel alejado del 8% será menos probable.

*Rodolfo Campuzano Meza es director general de INVEX Operadora de Fondos de Inversión.

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