Exportaciones de autos caen en abril tras entrada en vigor de aranceles de EU
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La industria automotriz mexicana comenzó a resentir en abril el efecto de los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos. En el primer mes desde que entró en vigor la política comercial que grava con hasta 100% los vehículos importados por ese país, las exportaciones mexicanas de autos cayeron a 256,953 unidades, una baja de 10.9% respecto a las 288,330 unidades enviadas en el mismo mes de 2024. Aunque México sigue gozando de acceso preferencial al mercado estadounidense gracias al T-MEC, varias armadoras instaladas en el país no cumplen con los requisitos de contenido regional del tratado, lo que ha llevado a que sus vehículos enfrenten aranceles de hasta 52.5%. El impacto ha sido inmediato, especialmente entre los fabricantes premium. Estados Unidos representa alrededor del 80% del total de las exportaciones automotrices mexicanas. Cualquier disrupción en ese mercado tiene consecuencias directas sobre la balanza comercial del sector. En abril, las exportaciones hacia ese destino cayeron 6.6%, una baja significativa considerando que es, con amplio margen, el mayor comprador de vehículos ensamblados en México.
¿Cuáles fueron las marcas más afectadas?
Varios fabricantes optaron por desacelerar sus envíos hacia Estados Unidos, aprovechando que durante los primeros meses del año habían sobreinventariado a sus concesionarios, anticipando precisamente la entrada en vigor de los aranceles. Aunque algunas armadoras han empezado a diversificar mercados, los esfuerzos por ampliar su presencia en regiones como África y Oceanía fueron insuficientes para contrarrestar la caída en las exportaciones hacia Estados Unidos y otros destinos clave. En abril, las exportaciones hacia Europa cayeron 36%, mientras que las destinadas a Asia se redujeron 22%. Las ventas hacia otros países del continente americano también bajaron, aunque en menor proporción. En contraste, los envíos a África y Oceanía crecieron, pero representan apenas una fracción del total. La desaceleración en las exportaciones golpeó especialmente a las marcas de lujo alemanas que operan en México: BMW, Mercedes-Benz y Audi. Ninguna de las tres cumple con los requisitos de contenido regional exigidos por el T-MEC, lo que ha derivado en que sus vehículos enfrentan aranceles plenos por parte de Estados Unidos. En abril, las exportaciones de estas tres marcas cayeron significativamente. Aunque las compañías han señalado que están en proceso de adaptar sus cadenas de suministro para cumplir con las reglas del tratado, los cambios estructurales aún no llegan. Mercedes-Benz,que ensambla la SUV GLB en Aguascalientes, ha sido una de las más afectadas. BMWy Audi también enfrentan presiones similares, especialmente con modelos que estaban orientados casi exclusivamente al mercado estadounidense. Stellantis, por su parte, fue la única marca estadounidense que reportó una caída en sus exportaciones desde México. La empresa decidió suspender durante todo abril las operaciones en su planta de Toluca, donde ensambla vehículos de la marca Jeep, como parte de su estrategia de ajuste ante el nuevo entorno arancelario. Otras marcas estadounidenses, como Ford y General Motors, mantuvieron sus niveles de exportación, en parte porque la mayoría de sus vehículos cumplen con el T-MEC y, por tanto, no están sujetos a los aranceles. El impacto de los aranceles no es homogéneo entre fabricantes. Aquellos con mayor integración regional en su cadena de suministro tienen una ventaja competitiva clara. Los que no han logrado alcanzar los niveles requeridos por el T-MEC están en una posición más vulnerable. La caída en las exportaciones también plantea un reto para las proyecciones anuales de producción. Si bien el acumulado de los primeros cuatro meses del año todavía muestra crecimiento frente a 2024, los analistas ya anticipan una posible contracción en el segundo semestre si las condiciones comerciales no cambian. Para el gobierno mexicano, la situación añade presión en las negociaciones con Estados Unidos. Aunque el país no es el objetivo directo de las medidas, la imposición de aranceles a terceros mercados ha alterado el flujo comercial y afecta indirectamente a los fabricantes instalados en México. En paralelo, algunas armadoras han comenzado a explorar más a fondo el mercado interno como vía para compensar la menor demanda externa. No obstante, el tamaño del mercado mexicano y su capacidad adquisitiva no permiten absorber volúmenes comparables a los de exportación.
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