¿Qué significa ser agustino? Esto cree la orden del nuevo papa León XIV

<![CDATA[

Durante su primer mensaje como papa, León XIV se definió como agustino. La elección de este término despertó la atención mundial, pero ¿qué implica realmente formar parte de esta tradición? Para entender este perfil, necesitas conocer el origen, la misión y el modo de vida que caracteriza a los agustinos, una orden con siglos de historia enraizada en la visión de San Agustín de Hipona.

Ser agustino significa vivir en comunidad con una sola alma y un solo corazón La orden surge de las comunidades fundadas por San Agustín en el siglo V

El carisma agustiniano se basa en tres pilares: comunidad, interioridad y caridad, así lo resume la Orden de San Agustín al afirmar que se trata de “vivir en comunión y ser testigos de la comunión en la Iglesia”. Según el padre Edward Daleng, “nuestro carisma nos impulsa a vivir en comunión y a ser testigos de la comunión en la Iglesia”. El estilo de vida agustiniano se guía por la Regla de San Agustín, que establece que los miembros deben habitar juntos con una sola alma y un solo corazón orientados hacia Dios. Este principio se aplica tanto a la vida diaria como a la misión pastoral de sus integrantes. La comunidad no se limita a compartir espacio físico, sino también bienes materiales, creencias espirituales y una búsqueda constante de la verdad y el amor divino. En este sentido, ser agustino no se reduce a una etiqueta, sino a un compromiso de vida centrado en el otro. La historia de la orden se remonta a las comunidades que San Agustín fundó en el norte de África entre los siglos IV y V. Estos grupos buscaban vivir en fraternidad bajo una misma regla, mientras respondían a los desafíos de su tiempo. Entre los años 430 y 570, este modelo de vida fue llevado a Europa por monjes y clérigos que huían de la persecución. Su expansión dio origen a nuevas formas de organización religiosa que mantuvieron la base comunitaria original. En 1244, el papa Inocencio IV aprobó formalmente la creación de la Orden de San Agustín mediante la bula Incumbit Nobis. Esta decisión consolidó a diversas comunidades de ermitaños italianos bajo una sola orden mendicante, manteniendo la Regla de San Agustín como núcleo organizador.

Los agustinos combinan oración, servicio y atención a las necesidades sociales

Las actividades que realizan los agustinos responden a necesidades actuales y antiguas de la Iglesia. La evangelización y la educación forman parte de su apostolado, así como el acompañamiento a jóvenes, migrantes y personas en situación vulnerable. La Orden impulsa eventos como la Jornada Agustiniana de la Juventud (JAJ), diseñada para presentar la propuesta de Jesucristo a los jóvenes, tomando como modelo la vida de San Agustín. Este enfoque permite acercar el mensaje cristiano desde una experiencia comunitaria. En palabras de la Orden, los frailes agustinos también “desarrollan vías de colaboración pastoral con aquellos que se ven más afectados por las incertidumbres de las realidades actuales, como la inmigración”. Estas labores se extienden a ministerios parroquiales, educación y consejería, articulando acción y contemplación.

]]>

admin