¿Quién vestirá al nuevo papa? Sastrerías del Vaticano alistan competencia

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Peso sobre altura: Las prioridades del diseño Una oportunidad entre otros pedidos
Y a horas de que los cardenales se encierren en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco, la sastrería rival de Raniero Mancinelli aprovecha la oportunidad para ofrecer su propio conjunto. “Debo entregarlos entre hoy y mañana, las sotanas blancas, el fajín, el solideo”, explicó a la AFP Mancinelli. “Puede que las necesiten para el nuevo papa, tienen que estar listas antes del cónclave para que las usen si las necesitan”. Mancinelli ha confeccionado ropa para varios papas en el pasado, pero nunca ha tenido el honor de hacer el primer conjunto, que se usa cuando el nuevo pontífice se dirige al público desde el balcón de la basílica de San Pedro. Confecciona a mano las piezas con el plan de entregarlos al Vaticano antes del cónclave, que arranca el miércoles 7 de mayo. Mancinelli también está haciendo tres tamaños para adaptarse a todo tipo de papa, aunque indicó que prioriza el ancho más que el alto porque desde el balcón no se aprecia la caída del traje. Lorenzo Gammarelli dijo a la AFP la semana pasada que su sastrería familiar se había preparado para hacer las tres sotanas vírgenes, como es tradición, pero que el Vaticano les informó que “se habían ocupado de ello”. Estimó que las vestimentas del nuevo papa serán “las de los cónclaves anteriores”. “Cada vez hicimos tres túnicas y ellos usaron sólo una”, aseguró. Pero Mancinelli, que ha sido sastre durante 70 años en su histórica tienda en el Borgo Pio, a un paso del Vaticano, espera lo contrario. Aunque el Vaticano no ha solicitado que haga las sotanas, explicó que tiene las habilidades necesarias para elaborarlas, ya que trabajó ya con siete papas. “Las estoy haciendo, las estoy ofreciendo, no las pidieron”, aclaró. “Si usan mis cosas estaré muy feliz”. El sastre viste también a obispos, sacerdotes y seminaristas católicos. De hecho está muy ocupado con encargos de última hora antes del cónclave. “Hay cardenales que necesitan una faja, un solideo, un cuello. Me encargo de eso”, dijo Mancinelli. Originario de la región de las Marcas, en el centro de Italia, entró en este oficio por casualidad después de que un día le ofrecieran el trabajo de hacer sotanas para el Vaticano. El taller está lleno de fotografías de Mancinelli y los papas. Hizo personalmente trajes para los últimos tres pontífices, incluido Francisco. Clérigos de todo el mundo pasan a visitarlo durante sus visitas a Roma. Algunos son amigos, otros han escalado en las filas de la jerarquía católica. Mancinelli dijo que el papa Francisco no había sido uno de sus clientes habituales, aunque pudo haber pasado por la tienda en algún momento. “Con tantos sacerdotes, obispos y cardenales entrando y saliendo, es difícil recordarlos a todos”, señaló.
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