Los productos se certifican en México, pero pocos entienden su verdadero valor: evitar riesgos
Es común encontrar productos certificados en el mercado mexicano, pero no siempre se comprende su importancia, dijo Víctor Gabriel Camargo, gerente de desarrollo de negocios de BSI.
El experto dijo que el objetivo principal de la certificación es garantizar que un producto sea seguro para el usuario, mediante una evaluación que considera tanto su diseño como su fabricación, conforme a regulaciones específicas.
“Para que un producto pueda comercializarse legalmente en el país —ya sea fabricado aquí o en el extranjero— debe cumplir con ciertos requisitos técnicos, de seguridad y eficiencia”, señaló
Cada país tiene sus propias normas y regulaciones para la importación y comercialización de productos, con el objetivo de garantizar su seguridad y eficiencia.
Estas normas varían según las regulaciones locales y de las organizaciones de normalización que operan en cada país, ya que “todos accedemos diariamente a productos como refrigeradores, lámparas, celulares o computadoras. Lo que hacen las empresas para venderlos es alinearse con estas normativas”, señala el especialista.
En México, la Secretaría de Economía (SE) es la autoridad principal responsable de emitir las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) y, a través de la Dirección General de Normas (DGN), identifica los riesgos y evalúa la necesidad de emitir NOMs para prevenirlos.
Las normas no solo protegen a los consumidores, también eliminan barreras comerciales, impulsan la competitividad y reducen costos derivados de riesgos o fallas, “sin ellas, habría más peligros para el usuario y mayores obstáculos en el comercio global”, dijo Camargo.
En el caso específico de una certificación de producto, se ofrecen múltiples beneficios: asegura la calidad, genera confianza, facilita el comercio y disminuye riesgos legales. Los consumidores prefieren productos certificados porque han sido evaluados por organismos especializados.
Para los fabricantes, certificarse permite acceder a nuevos mercados, evitar sanciones legales y cumplir con requisitos obligatorios en distintos países. En muchas industrias, la certificación es una condición indispensable para vender.
Uno de los sectores donde esta práctica cobra cada vez mayor relevancia es la construcción. En este rubro, la certificación garantiza la calidad y seguridad de materiales como cemento, acero, vidrio, madera, así como de sistemas eléctricos, térmicos, conexiones y tuberías.
Entre sus ventajas destacan:
• Asegurar la durabilidad de los materiales.
• Garantizar el cumplimiento de normas nacionales e internacionales.
• Reducir el riesgo de fallas estructurales.
• Aportar valor sostenible a proyectos de infraestructura.
• Facilita el acceso a mercados globales.
El proceso de certificación para productos generalmente incluye tres etapas principales: pruebas de laboratorio, análisis documental y seguimiento a la certificación con evaluación del producto. Dicho proceso culmina con la emisión de un certificado que puede ser presentado a las autoridades para demostrar el cumplimiento con la Norma aplicable.
BSI, organización global especializada en certificaciones y normas, acompaña a las empresas en sus procesos de certificación de producto, especialmente a fabricantes mexicanos para mejorar su experiencia a la hora de enfrentarse con las complicadas y cambiantes regulaciones internacionales, lo que permite mayor certeza de cumplir con las exigencias del mercado.
Es decir, se trata de proporcionar un servicio integral que no solo atienda a la certificación como objetivo final, sino que también se ofrezca una guía a las empresas a lo largo de todo el proceso, asegurando que cumplan con las normas y estándares necesarios para acceder a nuevos mercados sin complicaciones, “porque cuando se trata de seguridad, no hay lugar para improvisaciones”, afirmó el ejecutivo.
Con información de Nicolás Lucas.