Israelíes y palestinos pacifistas reconocen en una ceremonia alternativa el dolor del otro: “Nadie nace con este odio”
20.00 horas del martes. Las mismas alarmas antiaéreas que se activan cuando un proyectil se dirige hacia Israel suenan durante un minuto. En vez de dirigirse hacia los refugios, la población se detiene y agacha la cabeza en señal de respeto. Incluso quienes van conduciendo, llevan el vehículo al arcén y salen a respetar el minuto de silencio. Es el denominado Día del recuerdo de los soldados caídos en las guerras de Israel y las víctimas de actos terroristas (319 soldados, 79 civiles, desde el anterior) que concluirá al caer el sol, dando paso al Día de la Independencia. Media hora después de las sirenas y en contraste con este colectivo dolor selectivo, israelíes y palestinos que han perdido seres queridos en las últimas décadas se juntaron para reconocer el dolor del otro sin ignorar el propio, en un centro cultural de la localidad israelí de Yaffa que los organizadores habían mantenido en secreto por seguridad.