Alemania en la encrucijada: rearme y recesión económica

Barcelona. Alemania enfrenta una crisis inédita desde el fin de la Segunda Guerra, sacudida por la recesión económica, el conflicto en Ucrania y los desafíos que plantea la inmigración. El triunfo de los demócratas cristianos, y el notable segundo lugar obtenido por la extrema derecha, son el reflejo de un país que enfrenta una difícil encrucijada.

“El auge de la extrema derecha debe de ser correlacionada con el incremento de gasto en defensa porque esto es un signo muy peligroso del renacimiento de ideas de revancha tras la derrota de la Alemania nazi”, comenta Peter Frank, investigador en el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad de Berlín.

Las elecciones que ganó Friedrich Merz han pasado, pero los problemas continúan, e inclusive, la decisión de endeudarse para rearmarse agrava la crisis política.

“La línea de riqueza de los alemanes cae y el incremento del gasto militar se incrementa, esto es una combinación explosiva y peligrosa. El cambio de Gobierno en Berlín no ayuda a mejorar la situación crítica que vive el país”, apunta Frank.

Por otra parte, Alemania ya no es lo que era hace sólo unas décadas: un país industrializado moderno valorado en el extranjero por sus medianas empresas líderes del mercado mundial y sus trabajadores altamente calificados, su buena infraestructura pública y asistencia sanitaria, su administración eficiente, sus bajos índices de delincuencia y su alto grado de cohesión social. Alemania está hoy ante un punto de inflexión.

Para Elizabeth Karen del CIDOB “el apoyo de Alemania a Ucrania podría llevar al país en un rumbo desconocido, sobre todo porque el discurso nazi del partido Alternativa para Alemania se está asentando en la arena política”.

Economía

Pese a la conmoción provocada por los recientes atentados protagonizados por extranjeros en Solingen, Magdeburg, Aschaffenburg y Munich, la principal fuente de preocupación de los alemanes es la economía.

“Aquí se conjugan factores estructurales, como la falta de inversión en infraestructura, las excesivas trabas burocráticas, los costos de la transición ecológica, especialmente en las pequeñas y medianas empresas -columna vertebral de la economía alemana- y los efectos recesivos del Schuldbremse, la norma constitucional que impide al Estado endeudarse”, comenta Andrés Regganni, profesor investigador, departamento de Estudios Históricos y Sociales, Universidad Torcuato Di Tella.

La reelección de Donald Trump ha sembrado confusión en la política exterior alemana y la de sus socios europeos. Desde su primer mandato, las posiciones anti-multilateralistas de Trump pusieron en entredicho las bases del vínculo histórico entre Washington y Berlín, pilar fundamental de la autopercepción de la Alemania de posguerra como una nación occidental comprometida con el espíritu “atlantista” y la alianza con Estados Unidos.

Alemania enfrenta retos muy serios en el corto plazo y su apuesta por el rearme es muy riesgosa.

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