Día Internacional del Libro: Casi 70% de la población alfabeta en México tiene el hábito de lectura
En México se observa una tendencia a la baja en los niveles de lectura; especialmente de materiales impresos. En la última década el porcentaje de población alfabeta que lee se ha reducido cerca de 15 puntos.
Pese a ello, todavía el 69.6% de la población alfabeta se considera lectora de, al menos, un tipo de material, de acuerdo con cifras del Módulo sobre Lectura 2024 del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).
En el desglose por género se observa una ligera brecha: mientras el 69.3% de las mujeres lee, para los hombres la cifra escala a 69.9 por ciento.
Por su parte, entre grupos etarios se observa que, en México, la población más joven es la que presenta niveles más altos de lectura. Esto puede relacionarse con la disponibilidad de tiempo libre y la lectura relacionada con el ámbito escolar.
Libros, todavía lo más consumido
Los niveles y hábitos de lectura han cambiado de manera importante en los últimos 10 años; especialmente por la digitalización de la sociedad.
Al corte del 2024 se observa que los libros siguen siendo el principal material de lectura de los mexicanos. El 41.2% de los lectores consumen este material, ya sea en formatos impresos o en formatos digitales.
Los mexicanos lectores registraron, además, un promedio de 3.2 libros leídos en el año. La principal razón por la que se lee en México es con fines de entretenimiento; aunque también se mencionó que, por motivos escolares o académicos, así como por cultura general.
El género de libros más leído por la población fue literatura: 4 de cada 10 pertenecen a este rubro. Siguió la lectura de libros de autoayuda, superación personal o religiosos; y alguna materia o profesión, de texto o de uso universitario.
Otros materiales de lectura
Por su parte, los materiales impresos de noticias e información han sido casi olvidados. Sólo 21.7% de las personas que leen consumen revistas y apenas 17.8% leen periódicos.
En contraparte los materiales nativos digitales, como blogs o foros web se han posicionado como el segundo tipo de material de lectura más consultado por la población mexicana: 39.4% aseguraron leer cotidianamente en estos espacios.
Pese a que México todavía conserva lectores; otra de las tendencias que se observan en sus hábitos es que se ha reducido el tiempo promedio que le dedican a cada sesión y que su comprensión no es total.
Para las mujeres el promedio es de 36 minutos de lectura por sesión; mientras que para los hombres es de 42 minutos.
En términos de comprensión lectora, el 58.0% de las lectoras y el 60.0% de los lectores aseguraron entender todo lo que leyeron. Esto refleja que cerca de 4 de cada 10 personas que tienen el hábito de leer tienen media o baja comprensión lectora.
Beneficios de leer
La lectura es una herramienta fundamental para el desarrollo integral de las personas. Según el Módulo sobre Lectura del Inegi, leer fortalece habilidades cognitivas como la concentración, la comprensión y la memoria, además de enriquecer el vocabulario y la expresión verbal y escrita.
Por su parte la UNICEF destaca que la lectura en niños y niñas desde edades tempranas impulsa su desarrollo lingüístico, emocional y social. La lectura en la infancia no solo mejora la comprensión del lenguaje, sino que también fomenta la creatividad y los vínculos afectivos.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a través del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), ha evidenciado que los estudiantes de 15 años que leen regularmente, especialmente libros extensos, presentan un rendimiento académico superior, equivalente a un año escolar adicional en comprensión lectora.
Este hábito también mejora la capacidad de distinguir entre hechos y opiniones, y de integrar información de diversas fuentes, habilidades fundamentales en el contexto de digitalización, viralización y exceso de estímulos.
Para los adultos también tiene beneficios importantes, la Universidad de Sussex realizó una investigación en donde se encontró que leer puede reducir de manera importante el estrés; debido a las conexiones cerebrales que producen un descanso de los contextos personales.