Desigualdad en inclusión financiera de las mujeres

La inclusión financiera puede ser una herramienta valiosa para mejorar el bienestar de la población, ya que facilita el ahorro seguro, la planeación financiera, abre oportunidades para que los hogares generen valor al invertir en educación, emprendimientos o activos físicos y financieros, además de ayudar a mitigar o reducir los efectos de choques negativos en el ingreso (como pérdidas laborales o emergencias), entre otros beneficios.

Sí bien la inclusión financiera en México ha tenido avances, aún enfrenta varios desafíos. Uno de los más importantes es la desigualdad en el acceso entre distintos grupos de la población, como el de las mujeres, quienes presentan los siguientes rezagos en comparación con los hombres, según los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2024 (ENIF):

  • El 58.6% de las mujeres (de 18 a 70 años) cuenta con un instrumento formal de ahorro, frente al 68.0% de los hombres, lo que representa una brecha de 9.4 puntos porcentuales (pp).
  • El 36.1% de las mujeres cuenta con algún crédito formal, frente al 38.8% de los hombres, lo que equivale a una brecha de 2.7pp.
  • El 18.3% de las mujeres cuenta con al menos un seguro, frente al 28.2% de los hombres, reflejando una diferencia de 9.9pp.
  • El 34.2% de las mujeres cuenta con una cuenta AFORE para el ahorro para el retiro, frente al 51.4% de los hombres. Esta es la brecha más amplia registrada, con una diferencia de 17.2pp.

Es importante contextualizar algunas de las razones que explican las diferencias antes indicadas, entre ellas destacan:

  • Menores ingresos. En 2022, las mujeres tuvieron un ingreso corriente promedio trimestral 43.1% menor que el de los hombres. [Fuente: ENIGH 2022]
  • Menor participación económica con alta informalidad. La tasa de participación económica de las mujeres en enero 2025 fue de 45.5%, frente al 75.0% de los hombres, además, el 55.5% de las mujeres ocupadas se encontraba en la informalidad, frente al 54.1% de los hombres. [Fuente: ENOE, 2025]
  • Bajo acceso a activos que sirvan como colateral para créditos. En 2024, había una brecha de 13.2pp en la propiedad de vivienda (25.3% mujeres vs. 38.5% hombres), de 26.8pp en la propiedad de vehículos (16.5% vs. 43.3%) y de 6.9pp en tenencia de tierra de cultivo o terreno (5.7% vs. 12.6%). [ENIF, 2024]
  • Violencia económica o patrimonial. En el 2021 el 16.2% de las mujeres de 15 o más años la sufrieron en los últimos 12 meses. [Fuente: ENDIREH 2021]

Si bien el papel de la mujer ha experimentado cambios en la sociedad moderna, en materia de inclusión financiera aún persisten retos. Es fundamental avanzar hacia un entorno donde las mujeres cuenten con herramientas financieras que fortalezcan su autonomía económica, respalden su toma de decisiones y reduzcan su dependencia financiera. La igualdad real requiere no solo fomentar el acceso, sino también el uso efectivo y seguro de productos financieros.

Además, es importante reconocer que no todas las mujeres enfrentan las mismas condiciones: existen subgrupos, como mujeres indígenas, solteras con hijas o hijos, o adultas mayores, que enfrentan barreras adicionales y deben ser visibilizadas para generar esfuerzos adicionales por parte del sector público, privado y social que además respondan a necesidades particulares para su inclusión financiera.

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