Meloni visita a Trump en un viaje envenenado que pone a prueba su perfil de mediadora
La elección de los tiempos ha sido terrible para la visita a Donald Trump de Giorgia Meloni, que llega a Washington este jueves. Después de semanas de trabajo para conseguir la cita en la Casa Blanca, con el objetivo de hacerse pasar por interlocutora indispensable con Estados Unidos en medio de la tormenta, la primera ministra italiana por fin pudo anunciarlo el pasado 8 de abril. Un éxito, al menos hasta que horas después, el mismo día, Trump dijo su famosa frase, burlándose de quienes iban a negociar con él, al asegurar que iban a besarle el trasero, y pedirle por favor que bajara los aranceles. Trump añadió días después que solo negociaría con la UE, no con los países por separado.