Premium Economy, crece la demanda por la clase intermedia más cómoda y rentable

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La histórica división entre clase económica y clase ejecutiva comienza a transformarse. Una tercera opción está ganando terreno: la clase Premium Economy . Este segmento intermedio, que ofrece mayor espacio, servicios diferenciados y una experiencia más cómoda sin alcanzar los precios de la clase Business, se consolida como una nueva fuente de ingresos para las aerolíneas y está impulsando cambios estructurales en el diseño de las aeronaves. Las principales aerolíneas internacionales, como KLM, Emirates o Delta, han comenzado a ampliar el número de asientos en esta clase. Algunas incluso solicitan ya a fabricantes como Airbus y Boeing nuevas configuraciones que contemplan cabinas Premium Economy más amplias, con una cantidad definida de asientos, cortinas divisorias, servicios especiales y espacio adicional para las piernas. “Estamos viendo un incremento notable en las solicitudes de este tipo de cabinas”, reconoce un vocero de Airbus desde su centro de exhibición de interiores en Toulouse. Las aerolíneas están buscando formas de elevar sus ingresos sin sacrificar eficiencia operativa, y la Premium Economy aparece como una fórmula que equilibra rentabilidad y valor para el cliente.

Más espacio y embarque temprano Una tendencia en expansión

Los asientos ofrecen hasta 18 centímetros adicionales para estirar las piernas y una reclinación de hasta 20 centímetros. Los pasajeros embarcan antes, acceden a un menú más variado, reciben un kit de viaje y son atendidos por tripulantes asignados específicamente a esa sección. “El usuario quiere una experiencia más personalizada. Después del Covid, hay un cambio claro en las expectativas”, explica Rosario Avilés, analista del sector aéreo. “Antes ya se hablaba de la Premium Economy, pero la pandemia frenó el despliegue. Hoy, con la recuperación, las aerolíneas están retomando esa estrategia con fuerza”. El repunte del tráfico aéreo refuerza este movimiento. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estima que este año se alcanzarán 5,200 millones de pasajeros a nivel global, lo que significaría un incremento de 6.7% respecto al año pasado y un nuevo récord histórico. La consultora Kins Research considera que el entorno actual es especialmente favorable. “A medida que las economías se expanden y los ingresos disponibles aumentan, se espera que la demanda de vuelos nacionales e internacionales crezca de forma constante. Esta tendencia crea oportunidades para ampliar servicios y captar nuevos segmentos”, indica un reporte reciente. Para los pasajeros frecuentes, especialmente en vuelos intercontinentales, la clase Premium Economy representa un punto medio atractivo: más accesible que la ejecutiva, pero mucho más cómoda que la clase económica. En trayectos de más de 10 horas, la diferencia en descanso, privacidad y atención marca un cambio tangible en la experiencia de viaje. La aerolínea KLM, por ejemplo, ha incorporado este tipo de cabinas en la mayoría de sus aviones de fuselaje ancho desde mediados de 2022. La configuración suele limitarse a entre 20 y 30 asientos, separados por una cortina, y con un trato que incluye bebidas alcohólicas y un menú impreso. Durante el vuelo, el desayuno y los refrigerios también son distintos. Mientras en clase económica se ofrece un solo aperitivo, agua y café, en Premium Economy se sirven ensaladas completas, opciones calientes y una gama más amplia de bebidas. Este diferencial está siendo observado con atención por las aerolíneas que operan en México, aunque su desarrollo aún es incipiente. Para Marta Aída Cantú, especialista en consumo, esto representa una oportunidad sin explotar. “La estructura del mercado aéreo en México siempre ha estado limitada a dos opciones. Incorporar una clase intermedia permitiría captar a un segmento de pasajeros que hoy busca comodidad sin llegar a pagar una tarifa ejecutiva”, explica. “En México no hay esa distinción de Primera Clase y Business Class, entonces aquí tendrías el business y después esta nueva forma de viajar, que se convierte en algo más aspiracional”, añade. El impulso de esta clase también responde a razones operativas. Si bien el precio del boleto es mayor, los costos asociados no aumentan significativamente. Para las aerolíneas, esto representa un margen más rentable por asiento, especialmente en vuelos internacionales. Los nuevos diseños contemplan espacios reservados para Premium Economy que pueden ser modificados sin rediseñar por completo el avión, una solución útil en mercados donde la demanda varía. La transformación podría extenderse incluso a modelos de pasillo único, tradicionalmente reservados para rutas de menor duración. Si la demanda lo justifica, las aerolíneas podrían comenzar a implementar versiones simplificadas de esta clase en vuelos regionales.

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