Renuncia por venganza, el fenómeno que crece y desafía a Recursos Humanos

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De acuerdo con Cobee, la Gran Renuncia es el precedente de los tipos que le siguieron. Esto después que la pandemia de Covid-19 hizo repensar a todos las prioridades porque el trabajo absorbía sin dejar tiempo para nada más.

La Gran Renuncia implicó que muchas personas dejaran su trabajo, al parecer de un día para otro, sin ningún tipo de alternativa.

El que los y las profesionales se replantearan sus prioridades tras una pandemia mundial y las consecuencias económicas y también físicas y mentales que conllevó, también hizo que las empresas tuvieran que pararse a reordenarlas, refiere Cobee.

Sin embargo, años después parece que el mercado laboral se encuentra en plena ebullición, y está surgiendo un tipo de renuncia menos tranquila y silenciosa, la renuncia por venganza.

Los factores que desencadenan una renuncia por venganza

Con cambios tan rápidos, ayudados por la tecnología, el mercado laboral no puede quedarse estático, por lo que las empresas que no muestran flexibilidad para adaptarse a lo nuevo van a tener muy difícil sobrevivir, dice Cobee.

Asegura que en los últimos años se ha creado la tormenta perfecta que podría provocar más renuncias de todo tipo, en especial por venganza. Algunos de los factores que la detonan son:

• Maltrato laboral. Situaciones de acoso, discriminación o abuso de poder pueden generar un profundo resentimiento en el empleado. Según una encuesta de OCC, 56% de los trabajadores mexicanos ha experimentado algún tipo de discriminación laboral. Además, el 50% de los encuestados ha renunciado a un empleo debido a prácticas discriminatorias, indicando el impacto negativo en su bienestar emocional.
• Falta de reconocimiento. Sentir que el trabajo y los logros no son valorados puede llevar a un empleado a buscar revancha. Según una encuesta realizada por Cobee, el 31.5% de los trabajadores mexicanos se sienten poco o nada valorados en sus empresas. Esta percepción puede llevar a los empleados a buscar nuevas oportunidades laborales.
• Injusticias. Decisiones arbitrarias, falta de transparencia o favoritismos pueden alimentar el deseo de venganza. Un estudio de la Universidad de Georgetown encontró que el 92% de los altos ejecutivos encuestados habían observado favoritismo en relación con ascensos dentro de sus empresas, y un cuarto de ellos admitió haber practicado este favoritismo.
• Condiciones laborales precarias. Salarios bajos, falta de beneficios o un ambiente de trabajo tóxico pueden generar frustración y resentimiento. El estudio Retos y perspectivas del trabajo: revelando las claves de la evolución laboral de WeWork y PageGroup reveló que 54% de los trabajadores mexicanos experimentan frustración en su empleo, entre los principales motivos está un salario insuficiente (13%).

Consecuencias negativas de la renuncia por venganza 

Por todo lo que significa que un colaborador renuncie para las organizaciones, siempre habrá consecuencias, claramente negativas.

Una de las más visibles es la pérdida de talento ya que la salida de empleados valiosos puede afectar la productividad y el rendimiento de la organización.

Los colaboradores no tendrán piedad de decir lo que vieron y se convertirán en la peor publicidad de boca a boca que tengan las empresas, lo que sin duda afectará su imagen y capacidad para atraer talento.

Definitivamente una renuncia por venganza dejará descontrol dentro del equipo, contaminará el ambiente y provocará baja moral, lo que incide directamente en los indicadores de productividad.

Por eso Cobee recomienda a las organizaciones crear un ambiente de trabajo positivo y justo, con lo que podrán reducirlas y fomentar lealtad y compromiso de sus empleados.