Oportunidades ante la incertidumbre actual en los mercados

Hacía muchos años que no veíamos una variabilidad como la actual en los mercados internacionales. Desde el perfilamiento de Donald Trump hacia la presidencia en Estados Unidos a finales de 2024, los inversionistas han observado un cambio drástico en las perspectivas económicas y financieras hasta la fecha.

En un inicio, las propuestas de este presidente fueron recibidas con muy buenas expectativas, al anticiparse un fuerte estímulo fiscal hacia las empresas mediante una baja en las tasas impositivas para todas las industrias en Estados Unidos.

No obstante, estas medidas incrementarían el déficit fiscal, aumentando en el corto plazo aún más la deuda soberana de este país, la cual ya se ubica por encima de los 36 billones de dólares (trillions).

Aunado a esto, se estima que al menos el 20% de esta deuda buscará ser refinanciada en los mercados internacionales en el corto plazo, particularmente en menos de un año.

La reciente volatilidad en los mercados ha estado fuertemente influenciada por la escalada arancelaria impulsada por la misma administración Trump.

Aunque se anunció una pausa de 90 días en la aplicación de tarifas más agresivas a ciertos países, la imposición de un arancel total de 145% a las importaciones desde China y el establecimiento de un mínimo universal de 10% para más de 70 naciones generaron preocupación entre inversionistas, empresas y gobiernos.

El pasado 10 de abril, el Dow Jones registró una caída de más de 1,600 puntos, revirtiendo buena parte del rebote observado un día antes, mientras que el mercado de bonos mostró señales de tensión con un repunte en las tasas de largo plazo.

Al mismo tiempo, China respondió con aranceles de hasta 84% sobre productos estadounidenses, elevando el riesgo de una guerra comercial prolongada.

En este entorno, las Siete Magníficas han resentido el golpe con fuerza. Tesla acumula una caída del 37.5 % en lo que va del año, seguida por NVIDIA, con un 19.9%, Alphabet con 19.3 %, Amazon con 17.4 %, Apple con 24% y Microsoft con 9.5 por ciento.

La única que ha mostrado cierta resistencia es Meta, con un retroceso de 6.7 por ciento.

Estas cifras reflejan la sensibilidad del sector tecnológico ante los choques de política comercial y el entorno macroeconómico incierto.

El shock actual en los mercados globales también ha incidido en importantes movimientos en los instrumentos de deuda, lo que podría añadir incertidumbre no solo a los próximos refinanciamientos de deuda gubernamental, sino también corporativa, que podrían enfrentar tasas de interés de largo plazo más elevadas.

Es muy difícil prever cuándo habrá una solución y negociación adecuada para Estados Unidos y los demás países frente a este problema detonado por el tema comercial.

Mientras más larga sea esta incertidumbre económica y la aplicación de los aranceles propuestos, más factible será una recesión en la economía global y su profundidad.

No obstante, consideramos que los portafolios podrían seguir redirigiéndose hacia activos de refugio y también hacia emisoras defensivas ante este ciclo económico de desaceleración, para balancear el riesgo a lo largo de la gestión de Donald Trump.

En nuestro mercado existen diversos ejemplos, tanto en instrumentos de capital como de deuda, en empresas que podrán mantener fortaleza en ventas, dada su importante exposición operativa en México, y que además cuentan con un sano perfil financiero.

Dentro del sector de autoservicios podemos encontrar nombres importantes que cuentan con un portafolio de productos dinámico y que podrían adaptarse relativamente rápido a las tendencias de consumo bajo un escenario de contracción en la demanda.

Otro sector que también reúne características defensivas es el sector minero. El oro, al considerarse como un activo de refugio, ha logrado cotizaciones muy elevadas, rompiendo incluso máximos históricos en jornadas recientes.

En nuestro mercado, también contamos con emisoras que tienen una alta exposición a este tipo de activos y que beneficiarán sus ventas en el corto plazo.

Ante un entorno global incierto, pero con oportunidades puntuales, será clave que los inversionistas prioricen la resiliencia operativa y la solidez financiera.

La diversificación estratégica y el enfoque en emisoras defensivas serán fundamentales para navegar este periodo de alta volatilidad sin perder de vista los horizontes de largo plazo.

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